“La Momia” ahora es una mujer
Vuelven los “monstruos” del sello Universal, con un enfoque, al menos, distinto.
Son tiempos de diversidad. Y así como este jueves se estrenó Mujer Maravilla, la primera superproducción basada en un cómic enteramente protagonizada por una mujer -y es más: dirigida por otra-, la semana próxima llega la remake de un clásico del terror, La Momia.
¿Que qué tiene de extraño? Por lo menos, algo de pintoresco: el cambio de género. La momia ahora es verdaderamente “la”: es una mujer.
Cuando se dio a conocer la primera información con respecto a la participación de Tom Cruise en la producción de Universal (que piensa expandir el universo, valga la redundancia, de monstruos que en la época de oro del sello lo hizo un éxito), se intuía que no iban a tener al actor de Top Gun (a propósito, ¿para qué volver a ser Maverick, 30 años después?) lleno de vendas y bichos saliendo de su interior. Y que no sería Imhotep, como sucedió.
La sorpresa fue que La Momia sea, entonces, una mujer. La interpreta Sofia Boutella, bailarina primero – participó en videos y en tours de Madonna-, eximia del break dance, gimnasta y luego actriz. Franco argelina de 35 años, la vimos en Kingsman: El servicio secreto. Allí fue Gazelle, secuaz del filántropo y malvado Valentine (Samuel L. Jackson), que tenía sus piernas ortopédicas con forma de espada.
Quien ahora es Ahmanet confiesa, con un sentido del timing envidiable, que era seguidora de las películas clásicas de monstruos de Universal. “Lo más atractivo es la parte humana de esos personajes. Yo crecí viendo las películas de Boris Karloff, y lo mejor era que los monstruos eran humanizados, una metáfora de algo que pasaba en el mundo real retratado de una forma mágica. A mí, y al público nos encantan los malvados, porque hay que entender por qué hacen lo que hacen. Ellos van a su lado oscuro, nosotros no, nos quedamos en lo racional y eso los hace tan interesantes”.
Ahmanet está enterrada en una tumba sellada bajo las arenas del desierto. Es (era) una antigua princesa, “cuyo destino le fue injustamente arrebatado, y se despierta en la actualidad, trayendo consigo una maldad alimentada durante siglos y horrores que desafían la comprensión humana”. No parece una de Bergman.
Rodada en el desierto de Namibia, en Londres y otras zonas de Inglaterra, la dirigió Alex Kurtzman, en una apuesta inesperada, ya que su única película como director fue una comedia dramática, hace cinco años (Así somos, con Chris Pine y Elizabeth Banks, aquí solo editada en DVD), pero con peso en la producción, tanto televisiva (Alias, Xena, Fringe) como en cine (Star Trek, El sorprendente Hombre Araña 2)
Y, si todo sale bien, Kurtzman, más Cruise y, suponemos, más Boutella, estarán integrando un nuevo universo de Universal, al estilo del que tiene Marvel con Los Vengadores. Con El Hombre invisible (Johnny Depp), Frankenstein (Javier Bardem; su novia sería Angelina Jolie), el Dr Jekyll (en La Momia lo interpreta Russell Crowe), Hombre Lobo, y Van Helsing, con crossovers, spin-offs y todo lo que se imagine.