Tatuarse en la adolescencia: padres vs. hijos...
La moda tattoo se expande. Y dispara problemas en casa cuando los chicos son menores de edad.
Tatuajes: los hay más íntimos, más públicos, floridos, góticos, amorosos, rockeros... La moda tattoo dejó de serlo en base a vigencia. Y como tal, es también un conflicto casi inevitable en toda casa con adolescentes. Basta consultar a tatuadores con experiencia para confirmarlo: según Lucila Rumi, de Free Bird Tattoo, cuatro de cada diez personas que van a verla lo hacen para tapar tatuajes que se hicieron en la adolescencia. De hecho, se ha especializado en ocultar “tattoos arrepentidos”. “A los más jóvenes -dice-, yo siempre les recomiendo que no se hagan nada que tenga que ver con novios o amigos, porque son relaciones que no siempre perduran. Y también insisto mucho en que no se tatúen logos de bandas o diseños de moda trillados: cruces, infinitos, la lengua stone, ese tipo de cosas. Lo mejor es concurrir a buenos artistas, de los que puedas conocer sus trabajos”.
Su experiencia, en definitiva, grafica muy bien el escenario conflictivo entre chicos que piden tattoos y padres que resisten, consecuencia de una realidad que no tenían que afrontar esos padres cuando eran niños: hoy, la mayoría de los ídolos de sus hijos están tatuados. Antes no. Basta pensar en rockstars, deportistas, actores, actrices, modelos, mediáticos... y podríamos seguir.
No es casual que la cuestión haya