El bigote de Dalí, intacto 28 años después
También conserva su melena. Lo reveló el experto que lo embalsamó, y que participó del operativo.
La exhumación de la momia embalsamada de Salvador Dalí se produjo en las primeras horas de hoy y los tres forenses que realizaron la intervención para conseguir muestras de ADN le extrajeron pelo, uñas, dientes y dos huesos largos. El especialista que realizó el embalsamamiento hace diez años, y estuvo presente en la exhumación, Narcis Badalet, afirmó sorprendido que “su bigote permanece intacto marcando las 10 y 10 como él deseaba. Es un milagro”.
La exhumación de los restos de Salvador Dalí terminó después de 4 horas de trabajo
Un milagro surrealista, habría que aclarar. ”El cuerpo es una momia, como de madera --añadió--. Era tal la dureza del cadáver que los forenses se han visto obligados a utilizar una sierra eléctrica en lugar de bisturí”. Explicó que el momento más difícil fue cuando se tuvo que retirar la tapa de zinc con la que estaba sellado el ataúd y apareció el cuerpo. “Su cara estaba cubierta con un pañuelo de seda, un pañuelo exquisito. Al retirarlo he visto con alegría cómo su bigote permanecía intacto en su posición clásica. También se podía ver su cabellera”, describió. “Persiste el bigote y es por los siglos”, dijo el experto.
Las muestras extraídas se entregarán a la Justicia para realizar pruebas genéticas por una demanda de paternidad abierta por Pilar Abel, y después serán repuestas para “preservar la integridad del cuerpo del difunto”.
El embalsamador Narcis Baalet comentó que “Dalí será enterrado en tres ocasiones: cuando falleció, esta noche y cuando se vuelva a abrir la tumba del pintor
Los resultados de las pruebas de ADN se anunciarán a principios de septiembre. Hoy, el Estado es el heredero universal del pintor.
El pintor catalán falleció en Figueras el 23 de enero de 1989 con 84 años, dejando una abundante herencia estimada entonces en 136 millones de dólares que incluía propiedades inmobiliarias en Cataluña y cientos de obras. Durante décadas Dalí había compartido su vida con Gala, musa que aparece en muchos de sus cuadros, con la que no tuvo hijos.
Pilar Abel asegura que su madre conoció a Dalí trabajando como sirvienta en casa de unos amigos del pintor, en Cadaqués. Tras quedar embarazada, se casó con otro hombre y meses después nació ella, a quien, a los 8 años, su abuela le habría revelado su supuesta identidad. Su madre le confirmó en 2007 esta historia y, según sostiene Pilar Abel, cuenta con testigos conocedores de la presunta relación “encubierta” que mantuvo Dalí con su progenitora, ahora de 87 años y enferma de Alzheimer.