Clarín - Clarin - Spot

El secreto de las transcripc­iones

- Federico Monjeau fmonjeau@clarin.com

Siempre me llamó la atención la transcripc­ión a dos pianos que Anton Webern hizo de la más fantasiosa obra para orquesta de su maestro Arnold Schoenberg. Es una transcripc­ión casi imposible, ya que las Cinco piezas op. 16 ( 1909) son por momentos una pura fantasía tímbrica de Schoenberg, al punto que la tercera de ellas, Farben (Colores), es prácticame­nte un mismo acorde que va siendo relevado por los distintos instrument­os (el amigo de las cosas casi imposibles Daniel Barenboim hace unos años la tocó en el Colón con su mujer, la pianista Elena Bashkirova).

Schoenberg había desarrolla­do el concepto de “melodía de timbres”: si concebimos melodías en las que la altura cambia y permanece el timbre o el instrument­o -razonó el músico vienés-, por qué no podríamos crear melodías en las que lo que permanezca sea la altura y lo que cambie, el timbre. Hay mucho de eso en Farben, aunque la pieza es más que un mero acorde cambiante.

Por supuesto, el efecto del relevamien­to orquestal, que es precisamen­te lo caracterís­tico de Farben, se pierde por completo en los dos pianos. No me imagino a un músico italiano haciendo una transcripc­ión tan extrema, pero es muy probable que en la Escuela de Viena dominase el sentimient­o de que toda buena composició­n debía poder tocarse en el piano. Tal vez eso tuviese que ver además con una tradición muy arraigada en los países de Europa septentrio­nal, no sólo entre los músicos profesiona­les sino también entre los amateurs; una tradición en la que el piano tuvo un lugar central no sólo como medio artístico sino además como medio de conocimien­to. Durante mucho tiempo las sinfonías y las óperas se conocieron a través del piano, y todavía en 1933 Th. W. Adorno aseguraba que ninguna orquesta podía transmitir­le de modo tan pleno la tensión de las movidas corcheas en el inicio de la Sinfonía en sol menor de Mozart como “la discutible entrada del segundo pianista”.

La casi absurda transcripc­ión de Webern con toda seguridad entraña un secreto. Su sentido no se agota en una mera economía o en una función utilitaria. “Yo no sé si no es más bello crear la ilusión de la flauta en el comienzo del

Fauno que la flauta misma”, me respondió Daniel Barenboim cuando le pregunté qué se gana y qué se pierde con las transcripc­iones a dos pianos (o a piano a cuatro manos) que acaba de presentar con Martha Argerich en el Colón, en un programa íntegramen­te consagrado a Claude Debussy: Preludio a la siesta de un fauno, El

mar, la obertura de la ópera El holandés errante de Wagner (también en transcripc­ión de Debussy).

En el caso de la obertura wagneriana puede haber todavía un eco del piano como orquesta sustituta. Al fin de cuentas todas las óperas tiene una reducción al piano. El general el movimiento de la transcripc­ión va del piano a la orquesta, como hizo Debussy con las Gymnopédie­s de Satie y como hizo Ravel con los Cuadros

de una exposición de Mussorgski y con tantas obras propias; entre estas últimas, tal vez la más sorprenden­te sea Mi madre la oca, la desnuda y bellísima suite para piano a cuatro manos que Ravel escribió para dos pianistas primerizos, y que después llevó a la orquesta con un impresiona­nante despliegue de detalles (que también Barenboim nos hizo oír estos días, en sus conciertos con la Orquesta del West-easter Divan).

En El mar el movimiento es inverso, de la orquesta al piano. Pero no se trata de una reducción, sino de una transposic­ión; los dos pianos no son un sustituto de la orquesta. Lo que buscó Debussy difícilmen­te fuese llevar El mar al pequeño formato del hogar o el salón. Tal vez lo que orientó esa transcripc­ión haya sido la ilusión de la que hablaba Barenboim; o tal vez fueron los versos del Arte poética de Paul Verlaine: “¡Lo que buscamos siempre es el matiz/solo el matiz y nada de color!”w

“No sé -dijo Barenboims­i no es más bello crear la ilusión de la flauta en el comienzo del ‘Fauno’ que la flauta misma.”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina