“Para mí es un renacimiento artístico”
El hermano de Chano presenta su disco solista, habla de parecidos y dice que Tan Biónica está “parado”.
Mientras Chano es título de revista por sus hits, accidentes y romances; Bambi, su hermano y alter ego sanguíneo de Tan Biónica, susurra tranquilo que para él "casarse es una resistencia", y en una frase sintetiza todos sus contrastes y su propia esencia hogareña, de padre feliz y enamorado hace años de la misma mujer. Era Bambi el cerebro musical de la banda, mientras que para su hermano quedaban la mayoría de las letras y el rol de showman seductor y extrovertido. Uno completaba al otro. Ahora, con la banda en un parate, sus miembros salieron disparados como flechas en direcciones diferentes acordes a sus propias personalidades artísticas por fuera del grupo que los homogeneizaba. "En mi caso se dio de un modo medio orgánico, no me di cuenta hasta que tomé contacto con los textos que escribí en estas canciones. Tienen un tono muy personal. Empecé a sentir que no podían haber ocupado ningún otro lugar que no fuera un disco propio. Ni para otro artista ni para Tan Biónica", explica el menor de los biónicos Charpentier.
"La mayoría de las letras de Tan Biónica son escritas por Chano, incluso en las que trabajamos juntos teníamos que ver bien si tenían que ver con lo que él podía encarnar como cantante. Estoy acostumbrado a la idea de que el tipo que interpreta la canción tiene que tener un código compartido con quien la escribió o sentirla propia. Hay cientos de cantantes que admiramos que no son compositores, pero nos hacen creer con su interpretación que hablan por ellos mismos. La canción que abre el disco, Uno, dice en el es- tribillo "Estoy cantando para regresar". Pero nunca lo pensé como reconectarme con la música, porque no me imaginaba cantando solo en un álbum. La semilla fue cuando los chicos de Satélite 23 me invitaron al estudio para hacer un tema juntos. Son amigos, así que ni pregunté qué plan tenían. Cuando llegué la idea era que yo cantara, y me pareció mejor que hiciera otra cosa, quizás producirla. Pero la hice varias veces, la canté, y fue el primer empujoncito que me hizo sentir que podía cantar. Fue un proceso que no estaba en los planes, tuvo que ver más con un hueco que se abrió que con algo planeado. Fue decantando", cuenta.
-El disco refleja bastante tu proceso post Tan Biónica como la narración de una historia.
-Sin ser un disco conceptual, es la foto de un año de mi vida y tiene que ver con buscar un espacio para decir cosas que sentía en este momento que para mí es vital.
-En el estudio y la composición imagino que te sentís como un pez en el agua, ¿el desafío mayor es estar al frente en el vivo?
-Para mí el show en directo sigue siendo lo que más me gusta del proceso musical. Si bien soy bicho de estudio, productor y un obsesivo con el sonido. Pero la energía que se comparte en un concierto no se compara con nada.
-Claro, pero estás en otra posición ahora.
-Desde ya, ser el centro de la atención, con lo malo y lo bueno que tiene, es otra cosa. Para las puteadas o las cosas lindas, es el desafío más grande que tuve en los últimos tiempo. Es diferente, al punto que me pienso como un artista nuevo. Está claro que llego con varios discos previos y cierta experiencia, pero es nuevo y me fui encontrando con esa idea. Yo no pensaba al principio que iba a ser un álbum y que lo iba a tener que defender en vivo. Parece una ingenuidad, pero era así.
-¿Cómo lo pensaste?
-Para mí es un renacimiento artístico, si bien no es un disco de tango, alejado de lo que venía haciendo. Mis amigos, cuando lo escuchaban, me decían que les hacía acordar a Tan Biónica. Es natural que la genética esté, en el grupo cantaba mi hermano pero en la forma de interpretar, en la garganta, hay algo en común. Yo no las escucho parecidas, pero supongo que así será. Yo lo veo como algo familiar. Si mi hijo se dedica a la música, le pasará parecido. En las redes sociales hay gente que, sin saber de qué se trataba esto, ponía: "El cantante de esa banda Bambi se parece a Chano". Es así, mi grupo es Tan Biónica, pero ahora está en un receso.
-Quizás la clave sea descubrir qué artista querés ser en el escenario. Y que te sientas libre de ser vos mismo sin compararte con nada.
-El concepto del álbum está pensado en esa corriente. Al volver a hacer música no me planteé demasiadas cosas. Es lo que hago siempre. Pero al pensar en un disco, concierto, videoclip, tuve que imaginármelo. De entrada me veía como músico de Tan Biónica, con todo lo importante que logramos. Mucho más de lo que soñamos. Pero ese era yo ahí, y esto tenía que ver con encontrar otra cara mía. Encontrar mi voz, mi forma, el texto, la manera de decir. El concierto es "El encuentro", ahí se va a ver ese concepto. Sentir que estoy exponiendo canciones de una forma auténtica. Sin evaluar si está bueno o no, si la voz se parece a la de mi hermano o no. Que sea genuino y real. Lo que hacía en la banda es otra cosa, que cuando se reanude volverá a ser lo que era. Ahora me voy a dejar llevar por estas canciones, como siempre me dejé llevar por la música. Nunca hice nada pensando en hacer un hit o repetir una fórmula exitosa.
Es natural que la genética esté. En el grupo cantaba mi hermano, en la forma de interpretar hay algo en común”.