Taylor-katy Perry: la guerra continúa
Hay una foto muy tierna que muestra a Katy Perry posando sonriente rodeada de unas jovencitas Taylor Swift y Miley Cyrus en los premios MTV de 2008. Un año después Taylor abrazaba tiernamente a Katy en ese mismo escenario. Cantaron juntas en 2010 en un recital en Los Angeles. Se amaban, por entonces eran super amigas. Best Friends Forever.
La amistad se perdió en 2014 cuando la rubia pareció dedicarle su tema Bad Blood del álbum 1989 a la morocha. Ahí Taylor se mostraba enojada y en declaraciones a la revista Rolling Stone pareció que estaba hablando de Perry, quien la habría traicionado y saboteado. No la nombró, pero su ex amiga se sintió aludida y enseguida mandó un tuit sobre “el lobo con piel de cordero”. Esa misma imagen volvió a usar Katy el jueves dentro del video de la canción Swish Swish, en el que (se dice) hace callar a su archienemiga.
Son todas suposiciones, claro. En esta industria son pocos los que acusan con nombre y apellido. Hay que buscar todo el tiempo los dobles sentidos. Y de esa manera uno se ocupa de ellas mucho más, lo que es conveniente tratándose de dos artistas que este año tienen nuevo disco.
Como este domingo le toca a Katy conducir los famosos VMA que las ha encontrado tantas veces juntas, vale la pena preguntarse si la encendida batalla que protagonizaron ambas cantantes el jueves no es más que una fachada para una reconciliación histórica en público ante las cámaras de MTV.
Ese premio representa el quién es y quién no en la música popular, y en los últimos años ha estado dominado por las chicas. Fue ahí en 2009 que Kanye West le sacó un premio de la mano a Taylor porque creyó que lo merecía Beyoncé. Una acusación parecida le hizo la rapera Nicky Minaj, quien piensa que hay que ser rubia y flaquita para ganar.
Lo cierto es que ya van dos veces este año que Taylor Swift sabotea profesionalmente a Katy Perry. En agosto, el mismo día que Perry sacó su disco Witness, Swift decidió volver a poner sus canciones en el servicio de streaming, de donde las había sacado por una pelea con Apple.
Y el jueves, después que Katy estrenó el video de su single, Taylor posteó su nuevo tema, Look What You Made Me Do (Mirá lo que me hiciste hacer) y avisó que sería parte de su próximo disco, Reputation, que saldrá en noviembre.
Es cierto que Taylor venía amagando con algo espectacular desde hace una semana, cuando borró todo el contenido de sus cuentas de Instagram y Twitter, que siguen millones de fanáticos. Ahora sólo se pueden ver las imágenes del nuevo tema y el nuevo álbum y las notas que han salido en estos días.
El domingo, en el escenario de los VMA, también va a estar Miley, quien cantará con una veterana drag queen de 84 años.
Podría ser el momento ideal para un reencuentro y replicar aquella vieja foto del trío de hace 9 años.
Katy tiene ahora 32 y Taylor 27. Han crecido, han amado y odiado al mismo hombre (el cantante John Mayer). Son multimillonarias. De hecho American Idol está teniendo problemas en contratar jurados para su regreso a la TV en octubre porque todos se enteraron que le pagó a Katy 25 millones de dólares. Miley le va a competir desde otro canal, donde también gana su buen dinero haciendo de coach en The Voice.
Se podría decir que la política las divide. Katy y Miley se jugaron por Hillary Clinton en las últimas elecciones, mientras Taylor Swift no ha dicho una sola palabra sobre Donald Trump y eso la convierte en sospechosa. O en apolítica, claro.
Viene de ganarle en la corte un juicio a un DJ por haberla toqueteado impropiamente en una sesión de fotos. Qué pérdida de tiempo que en lugar de unirse en defensa del ni una menos, se la pasen peleando entre ellas por banalidades (que los medios reportamos religiosamente).