“El rock es pelear, tener sexo y todas esas cuestiones de raíz”
La mitad masculina de The Kills dice que la banda rehúye a los rótulos y reivindica la calidad con popularidad.
En el amanecer del Siglo XXI, grupos como The Strokes, Yeah, Yeah, Yeahs o The White Stripes renovaban la escena del indie rock de la mano de una original amalgama de sonidos con influencia del garage rock, el post punk y la new wave.
En una fértil segunda fila de esta escena se encontraban The Kills, quienes retorcían cierta herencia de Portishead -atmósferas polvorientas y una voz femenina sugerente y protagonista- en clave de blues sucio y desprolijo, acompañado del velo industrial que entregaba una básica caja de ritmos.
La estadounidense Allison Mosshart -voz y guitarra- y el inglés Jamie Hince -guitarra y voz- son los dueños de este módico circo que lleva editados cinco álbumes y un flamante EP, y que esta noche tendrá su sede en Ciudad Cultural Konex, en su segunda visita a Buenos Aires, del exitoso debut en 2011, cuando tocaron junto a sus héroes, Sonic Youth
“¡Estoy tan feliz de volver a Argentina! Estar allí fue uno de los puntos más altos de nuestra carrera. Fuimos a ver tango e hicimos muchos amigos. Es un lugar que me tocó el corazón”, cuenta Jamie con su trasnochado acento del conurbano londinense. - En su último EP acústico (“Ecohome Non - Electric EP”), retoman la pureza de la forma en la que componían en sus principios ¿qué tan difícil es volver a sonar “limpios” y respetar la personalidad de la banda? - El público será el que nos diga si mantuvimos nuestra esencia o no. A mí no se me hace extraño volver a ese sonido. Siempre pensé en The Kills como una banda que haga todo tipo de música. Blues, electrónica, clásica, lo que sea. No importa si hacemos un tema muy cargado de electrónica o con sintetizadores súper graves y el siguiente es una canción acústica, la idea es que eso suene natural, que no sea torpe. - Es llamativo el cover que hacen de Rihanna.
- ¡Amo a Rihanna! Su último disco, Anti, es una genialidad. Una gran parluego
te mía sigue ligada al mundo de la música antisocial, rebelde y desprecia la música comercial. Y tengo una parte más de adolescente que ve Top
of the Pops, escucha la radio y puede valorar las canciones que se vuelven populares. Bueno, cuando The Smiths estuvieron en ese programa fue inolvidable. Hay arte en hacer música realmente buena y que se convierta en algo muy popular; no hay mucha gente capacitada para eso. - ¿El hecho de que vos y Allison sean de distintos lugares, de algún modo influenció en el tipo de sonido de la banda? - Bueno, ¡quizás! Somos distintos pero nos gusta el mismo tipo de música y la vemos como algo universal, no que responda necesariamente a una nación. El punk, el post punk, el hardcore incluso la música de baile transcienden nacionalidades, y eso es lo alucinante de todo esto. Podemos escuchar música etíope y aunque no entendamos las palabras podemos emocionarnos hasta las lágrimas. La tensión sexual es algo que emerge de su música, y a sus fans les encanta. Cuando se abocan a componer, ¿piensan en qué esperan ellos de The Kills?
- No es algo que se piensa. Tiene que suceder una explosión, una química. Dos elementos químicos que choquen y que, con suerte, generen algo sensacional. No es algo que puedas planear. Si encontrás la persona con la cual eso suceda, como a mí me pasa con Allison, simplemente pasa. No hay tensión sexual entre nosotros en el escenario, lo que pasa es que hacemos rock and roll. Y cuando tomás esa expresión primitiva del rock, todo se vuelve sexual. El rock es pelear, tener sexo, y todas esas cuestiones de raíz. Eso es lo que percibe nuestro público, aunque no lo hagamos a propósito (risas).w