De cómo cantar sobre el misterio de la vida
Son los protagonistas de “¿Quién retiene a quién?, un musical que se pregunta sobre qué pasa tras la muerte.
¿Qué pasa después de la muerte? Poco frecuente, sobre todo en un musical, es el tema abordado por ¿Quién retiene a quién? protagonizado por Fabián Vena, Laura Oliva y Flor Otero en el Metropolitan. Vena (quien además está haciendo una versión de Ubu Rey en el Centro Cultural de la Cooperación) interpreta aquí a un medium a quien consultan varias personas por sus seres queridos ya muertos.
-En nuestra cultura occidental solemos evitar el tema de la muerte o no sabemos bien cómo abordarlo ¿Cómo se llevan con este tema?
-Vena: Nos llevamos como podemos . Todo el mundo tiene fórmulas para cómo vivir, pero para la muerte nadie sabe nada. La obra plantea más preguntas que respuestas. Y lo hace desde un lugar extraordinario, desde la emoción, el humor, y es muy bella la propuesta desde lo artístico .
-Oliva: Es cierto, lo evitamos, cuando es lo único seguro. Creo que eso es lo interesante de la obra, meterse ahí, porque lo rehuimos. Claramente en la obra se plantea que los muertos están entre nosotros y, desde ahí, se contruye el mundo de la obra.
-Otero: Creo que la obra abre preguntas e inquietudes. Y plantea sensaciones en relación con retener a alguien que uno quiere y cómo ese recuerdo empieza a tomar distintas formas con el paso del tiempo. Acá se plantea que a los muertos también les pasa algo parecido. Y nosotros jugamos con eso.
-Oliva: Ese planteo a la inversa es lo interesante de la obra. Están los vivos buscando a los muertos, pero también al revés. ¿Quiénes son los que no sueltan?
-¿Cómo fue trabajar este tema desde lo musical?
-Es darle otro aire, pero sin agregarle frivolidad, al contrario. Tratarlo desde una emoción tan primaria como la música, hace que todo llegue directamente al espectador sin mediar lógica, inmediato, sin filtro. Y desde ahí es donde aparecen las posibilidades más grandes de reflexionar, entender y sobre todo, de conmover que es parte del objetivo del teatro.
- Laura y Flor tienen gran experiencia en el musical. ¿Cómo fue para vos, Fabián, esta primera vez en el género?
-Vena: Definitivamente me llamaron como actor. Sigo aprendiendo. Todos mis compañeros son de un talento extraordinario y tienen una enorme paciencia conmigo. Lo que más me fascinó de la idea era entrar en el mundo tan riguroso de estos artistas, sobre todo los cantantes. Siempre es rico meterse en otro ambiente donde la excelencia es el motor y donde se hace evidente el amor por la técnica. Lo estoy disfrutando mucho en el escenario, con pasión y piedad sobre mí. Me voy acomodando y tomando coraje para el momento de cantar, que es poquito. -Otero: El canto es un recurso más que tenés como actor. La música es un recurso que aparece cuando ya no quedan más palabras por decir. Como decirle a alguien que lo amás y después le das un beso. -Oliva: Eso es un poco como se define el musical y entramos un poco en esto de si el intérprete de musical debe ser más actor que cantante y bailarín o al revés. Siempre cae la balanza para el lado del actor. Básicamente somos actores interpretando canciones. Tiene que estar todo, no es cuestión de berrear, pero tampoco que haya sólo técnica y nada de emoción.
--Está cambiando un poco el concepto tradicional del musical, ¿no?
-Oliva: Creo que desde hace un tiempo se busca salir del estereotipo, se está redefiniendo el musical para sacarlo de ese lugar liviano y hay muchos materiales como Casi normales, Despertar de primavera, Los monstruos, que tratan temas profundos y densos. Es otra manera de contar una historia. -Vena: Todos los géneros están imbuidos unos de otros y se va ampliando el registro. -Oliva: Ya no es comedia musical, es musical y punto.
- ¿Alguna vez tuvieron una experiencia similar a la que plantea la obra?
-Vena: No. Sí pasé algún que otro momento en mi juventud de riesgo cercano a la muerte. Pero lo que sí experimenté es una conexión absoluta con la espiritualidad. Y para hacer una obra como ésta, tengo que creer antes de subirme al escenario porque si no, no tiene sentido.
-Oliva: La obra plantea si los espíritus dan vueltas a nuestro alrededor. No viví esa experiencia, pero eso no quiere decir que no exista. Tal vez sea mi propia incredulidad. A mí me pasa como a uno de los personajes de la obra, que dice que le tiene profunda envidia a los que tienen fe. Sí soy muy curiosa y he incursionado en distitntas variantes espirituales, pero más como experiencia que como cuestión de fe. Y no dudaría en consultar a un medium si encontrara uno de confianza.
-Otero: A mí me gusta investigar distintas formas de ver las cosas. Pasé por distintas creencias, soy creyente y creo también que nos pasan cosas energeticas alrededor. Pero se trata de cuestiones incomprobables e intransferibles. Es algo muy personal.
-Vena: Uno tiene que estar abierto a todo tipo de lógica, no sólo a lo racional. Te pueden explicar las cosas más locas desde un punto de vista esotérico y creés o no. Pero ya a esta altura me parece que hay algo que existe energías, más allá de si creo o no.w