Para estas mujeres, todo va sobre (dos) ruedas...
¿Quién dijo que la velocidad y el rugir de motores no es para ellas? Cinco historias intrépidas...
La chica de la motocicleta. Al borde del medio siglo de aquella icónica película que encumbró a la mujer conduciendo una moto de ruta (con una enfundadísima Marianne Faithfull en un sensual body de cuero negro), hoy son miles las discípulas que aprietan fuerte el manubrio y pisan el acelerador. Curvas y más curvas.
La herencia paterna por el amor a las dos ruedas, el sentido de indepen- dencia y libertad -sin dejar de lado el espíritu aventurero- es una constante en el vínculo de la mujer y la moto. La idea de un estilo femenino propio va tomando forma. “Aunque manifiestan que interfiere en sus hábitos de cuidado y arreglo, las mujeres encuentran estrategias o se adaptan a ella. Una mujer que anda en moto es percibida y se siente a sí misma como una mujer fuerte, libre y autónoma”, expresa Mariela Mociulsky, directora de Trendsity, agencia que llevó a cabo un estudio cualitativo entre 20 motocilcistas con el objetivo de conocer el perfil de los amantes de las dos ruedas.
Desde la búsqueda de la aventura a la camaradería fierrera -y sin perder jamás el glamour-, las chicas motociclistas pueden cortarse solas en el camino o viajar junto a un amigo. Mientras, la eventual compañía, de a poco se va sintiendo más cómodo dejándose llevar. Porque acá, las chicas están al mando. ¡Agarrate fuerte!w