Dos décadas envasadas en canciones
La banda repasa su historia en un combo de CD, DVD y fotolibro que registra su gira aniversario.
Tras haber cerrado la jornada inaugural del B.a.rock 2017, ante casi 10 mil personas, los integrantes de La Vela Puerca aprovecharon el viaje a Buenos Aires para presentar ante la prensa y sus fans La Vela Puerca 20 Años - Festejar para sobrevivir: un cd / dvd / fotolibro que corona dos décadas en las rutas americanas y europeas de esta “banda de gitanos” uruguayos.
El documental se registró durante esa gira aniversario (emprendida entre agosto y noviembre del 2016 por España, México, Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Chile y, por supuesto, Argentina), pero hace foco en el multitudinario show que realizaron en el Velódromo de Montevideo junto a rutilantes invitados del rock uruguayo: Emiliano Brancciari (NTVG), Pedro Dalton (Buenos Muchachos), Juan Casanova (Los Traidores), Ernesto Tabárez (Eté & Los Problems) y Pablo Silvera (Once Tiros).
“Yo siempre me pongo muy ansioso antes de los shows; me como los codos antes de salir al escenario. Y cuando tocamos en nuestra ciudad, más todavía: es el lugar más difícil porque va nuestra familia, nuestros amigos, los que nos ven desde el principio… Entonces, la mochila pesa más de lo normal”, dice Sebastián Cebreiro, uno de los cantantes del grupo.
“En casa nadie es condescendiente; si el show fue una mierda te lo dicen. Pero fue divino festejarlo en casa. Y desde arriba del escenario, terminé de confirmar lo mucho que cambió el público del rock uruguayo en estos 20 años: de ser medio quietón y muy crítico, pasaron a vivirlo un poco como acá, de manera más pasional”, completa Sebastián Teysera, el otro vocalista.
-¿A qué le atribuyen ese cambio de actitud en el público?
Teysera: -En los últimos años se fortaleció mucho el intercambio entre bandas uruguayas que vienen para acá y bandas argentinas que van para allá. Y a su vez, arrastran público para un lado y para el otro, que son los que fueron contagiado la movida. Nosotros estamos muy acostumbrado a esa pasión casi desenfrenada y por eso cuando vienen AC/DC, Pearl Jam, Madonna o Molotov graban acá sus discos en vivo, porque no pueden creer que canten los solos de viola, los arreglos de vientos... Cebreiro: -El artista envejece y el público no. Y por asumir esa responsabilidad, no hemos perdido nuestra capacidad de no ser abanderados de una verdad ni de ser panfletarios: podés hablar de política o de la sociedad sin hacerlo directamente; nos quemamos las pestañas para ser sutiles y no darte la historia totalmente digerida, sino que vos busques tu propia interpretación. Y creo que ese es el secreto de la banda, lo que nos hace creíbles.
-En el último tiempo, especialmente con el disco acústico del doble “Piel y hueso” (2011) y “Érase” (2014) afilaron más ese perfil cancionero que asoma desde “Mi semilla”, “En el limbo” o “Zafar”. ¿Cómo lo definieron?
Teysera: -Uno es lo que está escuchando, por donde va su vida musical… y si el Cebolla (Cebreiro) es la parte más contestataria de la banda, yo me he puesto mucho más tranqui. Lo último que me compré son discos de Cass Mccombs, Kevin Morby y M. Ward… todo muy cancionero. Yo vivo en el medio del campo, no estoy para escuchar cosas muy distorsionadas (se ríe). De esas escuchas nacen las nuevas melodías y para nosotros, la melodía lo es todo: es la canción. Al mismo tiempo, siempre dijimos que somos esclavos de la canción, siempre le damos a la canción lo que necesita. Cuando llevo un tema nuevo a la sala, lo hago de la manera más desnuda posible, como si fuera una canción de fogón. Y a eso se le van agregando los aportes creativos de cada uno, lo que tienen en la cabeza en ese momento, con la premisa básica que después lo podamos defender creiblemente.
-Ustedes suelen tomarse bastante tiempo entre disco y disco, y ahora pasaron más de tres del último. ¿Están trabajando en algo nuevo?
Teysera: -Me acuerdo de que cuando escribí el primero (Deskarado, 1998) explotó muy rápido y hubo que hacerse cargo de esa situación. Me puse a escribir al toque y, lógicamente, era todo muy parecido a lo que ya había salido y me dije ‘pa, no tengo más nada, ya está, dije todo lo que tenía para decir, ahora me pongo una panadería’. Pero pasó el tiempo y dos años después pude retomar la escritura para De bichos y flores (2001) y ahí me di cuenta de que después de hacer un disco, por un año y medio mínimo, no puedo escribir nada. Necesito que me pasen cosas para no repetirme. Cebreiro: -Sobre lo nuevo, estamos trabajando. Aún no está formada la nueva estética musical: no sabemos si es súper rockero o súper lo que sea, pero sí que van a ser canciones de La Vela, lo que hemos defendido todos estos años, canciones que cuentan historias y tienen valentía. Tampoco tenemos una fecha exacta, pero queremos que en el primer cuatrimestre del año que viene ya esté listo.w
En casa nadie es condescendiente: si el show fue una mierda te lo dicen. Pero fue divino festejarlo en nuestro velódromo.