El Louvre del desierto
Se hizo por acuerdo entre Francia y el país árabe, que pagará 1000 millones de euros.
Diez años después de que el arquitecto francés Jean Nouvel esbozara en un papel los contornos desnudos de una cúpula inquietante, una enorme cubierta metálica se eleva sobre las arenas del desierto y el Golfo Pérsico: es el nuevo museo del Louvre de Abu Dhabi, que hoy abrirá sus puertas al público. La iniciativa tiene como objetivo visible “enviar un mensaje de tolerancia, al mostrar influencias que distintas culturas han compartido en la historia”, destacan sus promotores. Indirectamente, servirá para que Francia y los Emiratos Árabes Unidos –que gestionaron en conjunto el proyectodesplieguen el arte como una herramienta diplomática.
Sobre la base del pacto firmado por ambos gobiernos en 2007, el Louvre cede su marca durante 30 años y Francia se compromete a prestar obras de arte y organizar exposiciones temporales a cambio de mil millones de euros.
El museo –por el que la luz solar entra a modo de cascada, a través del encaje hecho de acero inoxidable y aluminio- tuvo un costo estimado de 650 millones de dólares. La construcción se extendió por cinco años, durante los que se sucedieron crisis económicas, precios del petróleo que colapsaron, tensiones políticas regionales y feroces debates intelectuales en Francia, acerca de los riesgos de prestar sus tesoros nacionales a Medio Oriente a cambio de petrodólares. Ayer, una denuncia de la organización de derechos humanos Human Rights Watch sumó una nueva causa a la polémica: “(la obra) se ha realizado con sufrimiento humano en un país donde los gobernantes todavía parecen despreciar los derechos humanos”, afirmó su directora, Benedicte Jeannerod.w