“En esta época no se puede no ser feminista”
-Ni una menos es una consgna que encaja a la perfección con vos. ¿Cuál es tu mirada del tema?
-Fui a todas las marchas. En algún momento, María Luisa Bemberg me preguntó si era feminista. Le dije que no, y se enojó. En esta época, en cambio, no se puede no ser feminista. Estamos en un tiempo que nos obliga a tomar una postura de defensa de los derechos de la mujer, sin condiciones; sin límites. Y yo lo hago, a mi manera. No he generado un proyecto al respecto, pero quien sigue en las redes verá que entre las cosas de las que me ocupo, el ni una menos está al frente.
-¿No hay algo de sobreactuación alrededor del tema?
-Las cuestiones mediáticas y de moda tienen mucho de burbuja, espuma y efervecencia, que después no tienen consistencia. Eso es real. Pero me parece que es una tarea que aunque suene exagerada hay que sostenerla.
-¿Creés que leyes que imponen porcentajes de “participación” de mujeres , en el Congreso o donde sea, realmente pueden ayudar a cambiar la cultura machista?
-Es un largo camino. Hay que cambiar las cabezas. Tenemos 20 siglos de machismo. Hay que combatirlo en todos los frentes porque, el sentimiento machista no es sólo del varón; también es de la mujer. Hay que hacer hincapié en todas las esquinas, posiblemente cayendo en alguna exageración, para balancear el péndulo de la balanza. -Hace poco, Boy George dijo que hay gente que cree que abrió su cabeza, pero que en el fondo nunca se liberaron de los prejuicios.
-Cambiaron muchas cosas, pero el trabajo hay que seguir haciéndolo. Es todos los días, gradual; es la forma en que se va a instalar eso de que somos personas: varones, mujeres o lo que sea. Lleva tiempo. Nunca en mi vida había pensado que me iba a casar. Y me casé. No hay que aflojar. Y cada uno se tiene que poner la camiseta que le queda bien, y que quiere ponerse. Yo tengo la camiseta de la donación de órganos puesta a full; es mi camiseta. Me la puse un día, y no me la voy a sacar.