Sol, arena, mar y obras para todos los gustos
Clarín reunió a las figuras más importantes de la temporada que arranca en Carlos Paz, Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires. La intimidad de la producción de fotos.
La ciudad estaba cargada para atravesarla de norte a sur y por eso algunos de los convocados llegaron al estudio fotográfico de Clarín, en Barracas, antes de lo previsto. Otros bastante después. Waze (la aplicación) envió, por ejemplo, a Cinthia Fernández por el Bajo y quedó varada en un tránsito que avanzaba a paso de hombre. Peleó la situación y se cambió en la camioneta mientras manejaba. “En un momento quedé en tetas mientras me acomodaba el vestido y no me importó nada, vengo desde Escobar y tenía que estar”. Fernández fue la última en dejar el estudio, merendó y conversó largo con algunos traba- jadores del diario que se acercaron a tomarse fotos.
Moria fue de las primeras en llegar, muy tranquila se acomodó en un rincón con su agente de prensa y su asistente. Como un imán, se le acercaron varios a saludarla. Dolores Fonzi salió a tomar un café en el bar de la esquina, buscando alejarse del ruido colectivo. Cuando volvió, se acercó a Moria para saludarla con una frase reverencial: “Glooooria nacional”. Aunque Moria y Reina Reech no se hablan, no hubo ningún problema para que se junten en el centro de la foto. Florencia de la V, Mora Godoy, José María Muscari, Carolina Papaleo, Laura Azcurra y Ana María Picchio, se ubicaron cerca de ellas.
El eje de la producción, al igual que años anteriores, es dar cuenta de una parte de la actividad teatral que se presentará este verano en Mar del Plata, Carlos Paz y Buenos Aires. Fue un espacio de contrastes y diversidad. Estuvieron excelentes actrices y actores como Susana Pampín, que viene de una gira europea de varios meses con Arde brillante en los bosques de la noche; Alejandra Flechner, Eugenia Guerty, María Onetto, Mauricio Dayub y Jorge Suárez. También protagonistas de comedias y revistas como Federico Bal, Gladys Florimonte, Jey Mammon e Iliana Calabró, que regresará a Mar del Plata, “la ciudad donde nació mi tiramisú”, dijo. Además se sumó el trío Improvisados, que este año cumple quince años de trabajo. Ellos se ubicaron cerca de Fabián Gianola, quien está cerca de las treinta temporadas veraniegas.
Marcelo de Bellis también fue de los primeros en llegar. Bajó caminando por la calle Tacuarí dándole indicaciones a Diego Pérez: “No pongas las manos en los bolsillos del traje, queda mal”. Las sugerencias siguieron adentro del estudio. “Menos mal que pude entrar en el traje y éste me sigue hinchando con lo de las manos en los bolsillos”, replicó Pérez.
Cuando comenzaron las tomas para la foto grupal se intentaron distintos ángulos hasta que Arnaldo André partió intempestivamente porque “pasó mucho tiempo y tengo que ensayar”. Lo siguió Osvaldo Laport, Federico Bal y el grupo lentamente se desvaneció. Algunos se despidieron con la promesa habitual de irse a ver a los espectáculos, cruzando deseos de éxito y de “vernos pronto”. Cinthia Fernández se quedó bajando la adrenalina. Le costó porque es eléctrica. Contó sobre su fin de año en Carlos Paz junto a su familia, mientras pone a punto las funciones Mahatma, con Flavio Mendoza. Con este espectáculo estará hasta marzo en las sierras cordobesas. “Después no sé cómo seguirá el año, hay algunas ofertas para que mi marido (el futbolista Matías Defederico) juegue en Ecuador. Y si es así, nos iremos todos para allá”. Ya no en la camioneta, sino en un camarín del estudio, Fernández se volvió a cambiar el vestido por zapatillas y jean. Tenía un largo viaje por delante.