Una candidata al Nobel que triunfa en TV
Dos de sus novelas este año se convirtieron en series de éxito. En ellas anticipó duros aspectos del presente.
“Sus paranoias están todas justificadas, pero intente guardarlas para usted. Otras personas tienen algunas propias y la colisión de paranoias puede generar tormentas eléctricas”, recomienda con encantadora mordacidad la escritora canadiense Margaret Atwood (Ottawa, 1939) en su página personal a los “nuevos escritores”que pretendan abrirse camino en el mundo editorial. Una máxima que la autora de El asesino ciego (Premio Booker 2000) ha seguido al pie de la letra desde su primera gran novela La mujer comestible (1969), y que anticipa tal vez el talante del diálogo que mantendrá mañana a las 19 con Alberto Manguel, el director de la Biblioteca Nacional.
Fiel a sus temas (los derechos de las mujeres, la distancia entre los sueños juveniles y las realizaciones de la adultez, las dificultades de la comunicación, los altibajos de la pareja heterosexual y la preocupación ecológica), la obra de Atwood ha ido creciendo libro a libro (lleva publicados más de 40) en reconocimientos internacionales. Pero su literatura se ha vuelto más actual que nunca en 2017 •Lunes 11 a las 19. Diálogo con Alberto Manguel, director de la Biblioteca Nacional. Ingreso desde las 18. Se puede seguir en www.bn.gov.ar. Agüero 2502. •Miércoles 13 a las 19. Diálogo entre Atwood, el canadiense Graeme Gibson y Manguel. Ingreso a partir de las 18. Se puede seguir por la wen.
desde que dos de sus grandes novelas fueron convertidas en miniseries escalofriantes con exitazos de público. Alias Grace (escrita en 1996, es la historia de la adolescente, Grace Marks, condenada por asesinato en la Canadá del siglo XIX, filmada por Netflix), y El cuento de la criada, de 1985, una novela distópica que imagina una versión totalitaria y teocrática de los Estados Unidos (llamada república de Gilead en la ficción). Un régimen autoritario en el que las libertades civiles se han eliminado y las mujeres fértiles son reducidas a la servidumbre para parir los hijos de los Comandantes, como forma de garantizar la continuidad de la especie frente a la disminución de la natalidad provocada por la contaminación ambiental (tras el triunfo en los premios Emmy, Hulu ya anticipó que habrá una segunda temporada).
La intolerancia de la gestión Trump subraya la actualidad de una novela escrita hace más de 40 años, pero Atwood se ríe de quienes llaman “profecía” a su libro. Es más bien una “antiprofecía”, sostiene, porque estamos a tiempo de que no suceda. Reconoce en cambio varias fuentes reales como alimento de esa historia (incluida la experiencia de apropiaciones de niños de la última dictadura en la Argentina).
Escribió poesía, ensayo y ficción. Su nombre lleva años en las quinielas previas al Nobel, un reconocimiento que postergó la elección de la también canadiense Alice Munro, en 2013. Aunque sólo por ahora.