Rosas de Tailandia: otra forma de tomar helado
El boom turístico de argentinos en el sudeste asiático tenía que redundar en una veta gastronómica. Hace dos años, la popularidad de estas flores de helado en Instagram y Facebook llamó la atención de los hermanos Iván y Florencia Zuvi y Roberto Díaz. Los videos mostraban las calles de Tailandia, donde se podía ver cómo un señor, con muy buena muñeca, vertía líquido en una placa circular helada. Luego la espatuleaba hasta dejarla bien finita. Con una espátula levantaba ese rollito que formaba una especie de rosa de helado, servido luego en un vasito formando un ramo comestible. Esta técnica, similar a la del chocolate en rama (con las diferencias de temperaturas e ingredientes, valga la aclaración) no era conocida en Argentina, razón por la cual el trío de emprendedores comenzó a estudiar el tema con detenimiento y muchas pruebas caseras fallidas.
Con la idea en mente se inscribieron en el concurso “Potenciate Gastronómico”, organizado por el Gobierno de la Ciudad, y tras presentar el proyecto y un plan de negocios ganaron el primer premio. Gracias a ello ahora con “Ice Roll Argentina”, su empresa, participan de muchas ferias gastronómicas donde llevan su placa de acero inoxidable que trabaja a 30° bajo cero. En cincuenta segundos el ramillete de helado está listo para ser devorado. “A la base clásica se le pueden agregar toppings y salsas. Lo creás a tu gusto”, asegura Iván, quien ofrece el producto en dos medidas: la más chicas (casi 250 gramos de helado) cuesta $100 y para los golosos hay un pote a $120.