Clarín - Clarin - Spot

Después de las denuncias, ya nada será igual

- Silvia Maestrutti

Enero marca el comienzo del glamour. Para esta época las páginas de la revista People se llenaban de colores con las actrices mejores vestidas en la alfombra roja del Globo de Oro. Por eso este año la foto a doble página de las actrices vestidas de negro luce anacrónica, rara, como si hubiera realmente un luto de alguna clase, una muestra contundent­e de un cambio.

Las actrices, unidas bajo el lema Time’s Up (ha llegado la hora) quisieron dejar un mensaje de protesta solidaria contra el acoso y las diferencia­s de salario con los hombres y lo consiguier­on. “Habrá alguno que critique que hayan usado para eso vestidos negros de mas de 20 mil dólares”, reconocía el editor en jefe de la revista. Pero el mensaje fue dado. “Somos una banda de mujeres actuando en solidarida­d con las que no son famosas”, resumía la premiada Nicole Kidman. El movimiento lleva recolectad­o mas de 16 millones de dólares para ayudar a las ignotas víctimas de acoso en el país.

Están pasando cosas en Hollywood, los pe- riodistas de espectácul­os no terminan de investigar una historia cuando ya les llega otra. El año empezó con esta declaració­n de independen­cia de las actrices, que quieren decirle basta a los castings sábanas, a los acosos de los hombres poderosos y a la mala costumbre de que las mujeres ganen menos que los hombres aunque estén haciendo el mismo trabajo.

Lástima que un par de días mas tarde se conoció que Michelle Williams había ganado monedas por rehacer escenas de la película Todo el dinero del mundo, mientras que su colega Mark Wahlberg había ganado millones por hacer lo mismo. Peor aún, en el mismo momento en que el actor James Franco recibía el domingo su Globo de Oro como mejor actor de comedia, con su pin del Time’s Up a la vista, ya había al menos dos actrices acusándolo por Twitter de conducta deshonesta.

Hay que decir que Franco eligió responder de manera distinta que sus antecesore­s, y concurrir a dos talk shows muy populares, el de Stephen Colbert y el de Seth Meyers, para hablar del tema. Dijo que estaba de acuerdo en que las mujeres hablen y denuncien, pero que, en su caso, las denuncias no eran ciertas. El jueves, en que también ganó su premio en el Critics’ Choice Awards, ya no fue a recibirlo. Para entonces el diario Los Angeles Times ya había publicado una historia sobre él con 5 denunciant­es.

Michael Douglas hizo algo parecido, decidió que la mejor defensa es un ataque. Sabiendo que una revista prestigios­a preparaba una investigac­ión sobre su conducta basada en la denuncia de una ex asistente del actor, por un hecho ocurrido hace 33 años, Douglas (73) salió a desmentir a la asistente, no sin antes elogiarla.

Kevin Spacey, Jeffrey Tambor y obviamente Harvey Weinstein perdieron sus trabajos y su prestigio por las denuncias de conducta sexual impropia. Es como que ahora los nuevos acusados comienzan a ponderar si no habrá llegado la hora de salir a pelear en vez de quedarse callados.

Y luego están, claro, los que parecen estar por encima de todo, a los que ninguna denuncia mancha. Ronan Farrow, el hijo biológico de Woody Allen y Mia Farrow, uno de los que inició todo este cambio con su investigac­ión sobre Harvey Weinstein en The New Yorker, vuelve a preguntars­e desde la tapa de las revistas por qué nadie en el medio reacciona contra su padre, a pesar de que su hermana Dylan (adoptada por Mia y Woody) lo acusó de haberla molestado cuando tenía 7 años.

“Falta todavía para que las cosas cambien, hay hombres poderosos que han recibido denuncias de haber actuado mal y siguen como si nada. Aun siendo tan empoderado­r, a este movimiento todavía le queda un largo camino por recorrer”, reflexiona Ronan, a quien el Hollywood Reporter llama “El príncipe de Hollywood que incendió su castillo”.

Michael Douglas decidió que la mejor defensa es el ataque, cuando se enteró de que lo estaban investigan­do.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina