“El malambo es cosa de hombres”
En pos de la tradición, el Festival cordobés excluye a las mujeres de la competición. Habla uno de los jurados.
Omar Fiordelmondo es, junto con Héctor Aricó, jurado estable del Festival de Malambo de Laborde desde hace veintidós años, con algunas escasas interrupciones. Santafesino, tiene su propia academia de danzas en su ciudad natal, y entre 2012 y fines de 2016 fue director del Ballet Folklórico Nacional.
-En tantos años valorando el desempeño de malambistas, ¿los principios del jurado han cambiado?
-Llegué aquí con los profesores Elías y Moreno y tuve la oportunidad de estar también con Lojo Vidal. Y casi 25 años después nos encontramos frente a las mismas cuestiones: cómo darle al malambo el mayor vuelo posible sin que se desvirtúe. Es una de las pocas danzas que nos da la posibilidad de crear, por eso hay tantos jóvenes que se vuelcan al malambo. No es sólo lo que aporta el preparador, sino que las “mudanzas” (secciones de la coreografía) las crean muchas veces los propios malambistas y ahí interviene el buen gusto, la imaginación, la interpretación.
-Hay un tema actual, a propósito de Laborde, relacionado con las cuestiones de género: hay bailarinas folclóricas que, seguramente, critican que al reglamento por excluir la participación de las mujeres...
-Desde sus inicios, este festival se propuso preservar las tradiciones y en ese sentido las mujeres no bailaron malambo. Es cierto que zapatearon en algunas danzas, pero era una especie de escobillado, algo suave, sin esa rusti- cidad que el hombre tiene de por sí. No digo que sea imposible, pero no creo que puedan incorporarse, justamente por las características del festival.
-¿Se debe a que las mujeres no tienen la misma fuerza y resistencia que los varones para bailar malambo norteño?
-No, en las escuelas de danza se enseña malambo a varones y a mujeres. ¿Por qué? Porque muchas mujeres se dedican a la enseñanza y no siempre cuentan con un compañero para bailar malambo. Y nos encontramos muchas veces con que son más prolijas que un varón para transmitir y para dominar con habilidad el pie izquierdo y el derecho.
-Hace hace años un malambista de La Pampa ganó en Laborde, preparado por una mujer.
-El Indio Rossi. Ella lo sacó campeón y luego fue su esposa. Una cosa es la tradición y otra saber apreciar. Compartí muchas veces jurados con mujeres, en otros festivales, que han dado cátedra en este sentido. Aunque no hayan zapateado, qué bien que eligen. En Laborde, el concepto del jurado es muy machista.