“Esto no es para bailar, no es una rave en el Colón”
El dj dice que se siente ansioso por sus presentaciones en el mayor teatro argentino y que quiere estar a la altura del lugar. Explica cómo combinará sus sonidos con una orquesta de 55 músicos.
Mientras viaja del aeropuerto de Santiago de Chile hacia la ciudad de Valparaíso -para dar un show esa misma noche en un hangar frente al puerto trasandino-, el dj argentino Hernán Cattáneo, emblema del progressive
house, atiende el llamado de Clarín. Uno de los focos de esta entrevista -que se extendió por una hora y diez minutos- es el furor de venta del ciclo Connected, en el Teatro Colón, para el cual se agotaron al toque las entradas para el 22 de febrero (doble función), el 23, y ya evalúan una cuarta fecha. Hasta hoy, son unos 10 mil tickets en mano de los fans del dj criollo.
Por ello, Cattáneo hace historia junto a dos hechos inéditos: primero, será el responsable en llevar el sonido dance al Teatro Colón y, segundo, fusionará en vivo las melodías sinfónicas con la música electrónica. ¿Un guiño a la flexibilidad y adaptación de estos tiempos?
Lo seguro es que el titular del sello Sudbeat -que ya lleva 35 años de trayectoria, 11 albumes editados, es autor de unos 30 singles y 50 remixestiene en los aeropuertos, aviones y arenas dance a sus zonas de confort con mayor millaje acumulado. ¿Un ejemplo? Desde hoy, y en menos de un mes, estará por México, Indonesia, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos y, obviamente, Argentina, para desplegar su arte en las bandejas.
Pero repasemos un poco el derrotero de dj´s que se animaron a convivir con los instrumentos de cámara. Un caso conocido es el disco Refracted (live), de Sasha (el galés Alexander Paul Coe) o las propuestas sinfónicas de Pete Tong (con The Heritage Orchestra, en homenaje a los hits de Ibiza) y la pionera incursión del productor techno Jeff Mills, en 2005, junto a la Filarmónica de Montpellier para Blue Potential.
Es más, el pinchadiscos de Detroit buscará repetir la experiencia sinfónica/electrónica en abril de este año con dos shows junto a la Orquesta Nacional du Capitole de Toulouse, dentro del marco de su álbum Lost in Space. Es más, fue Mills la musa inspiradora para que Cattaneo tomase las riendas y busque posicionar los sonidos electrónicos en un recinto ajeno al género.
Pero él no estará solo en esta aventura sinfónica. También contará con la batuta del arreglador musical Gerardo Gardelín, Oliverio Sofia (el coequiper de Cattaneo), su compañero Baunder (Paul Carr) y una orquesta de 55 músicos en escena.
¿Qué oíremos? “Comienzos de la música electrónica (caso, piezas de Alan Parsons), clásicos de Chicago y Detroit, temas propios -cosecha Cattaneo + Soundexile (Oliverio & Baunder), como el tema Cripsis, algún hit de Underworld y artistas invitados que irán rotando como Richard Coleman, Leandro Fresco, Javier Zuker, Mercurio, Josefina Silveyra, entre otros”, agrega Hernán, quien también hace radio online a través de su su podcast Resident.
Pero habrá otra novedad en cuan- to a la ejecución de cada tema. No estará presente el kick (el bombo, el sonido grave), clave en los dj set. ¿Por qué? “En el Colón, la música electrónica no se escucha muy fuerte, tenemos una limitación de decibeles para utilizar. Si incluimos el kick, automáticamente todo lo demás se escucharía mucho más bajo. Como queremos darle prioridad a la sinfónica interpretando la música electrónica, decidimos sacar el kick y pasar el bajo a modo unplugged. Aclaremos bien, este no es un show para bailar, no es una rave en el Colón”, arremete este fanático de los dj´s Danny Howells y el francés Laurent Garnier, que también se presentará -en modo dj set puro- el 11 de marzo en la Quinta Las Rosas (Guaymallén, Mendoza), junto a Graziano Raffa y un back to back entre Nick Varon y Soundexile. - ¿Cuál será tu función en el Colón?
- Controlaré el sonido de la sinfónica y de los electrónicos (Oliverio&baunder), como si fuese el arquitecto. Ya que es pianista, Oliverio estará con las texturas, los teclados, y Baunder
En términos futboleros, sería un director técnico, tomando decisiones que luego los demás ejecutan”.
en lo percusivo. Yo estaré en el control, para que todo suene coherente. - ¿Algo así como si fueses un sonidista en un recital de rock?
- (Piensa) No sé si es la palabra correcta, yo haré la mezcla de todo lo que suena en vivo y dispararé algunos samplers. En términos futboleros, sería un director técnico, tomando decisiones que luego los demás ejecutan. También podría estar parado sin hacer nada y no me importaría. Con que el evento exista, estoy más que feliz. - ¿Habrán creaciones específicas para este ciclo?
- Sí, porque sobre los mismos arreglos de un tema podés reinterpretar un montón de cosas. Incluiremos muchos sonidos de películas, frases de programas de televisión, cosas muy cinemáticas que a mí me encantan como sonidos de Pink Floyd, ya que el público estará más perceptivo que si estuviese bailando en una fiesta. Es más, en los intermezzos, sólo estaremos Oliverio, Baunder y yo pasando sonidos. El show durará 90 minutos y las cuatro fechas serán calcadas, acá no hay lugar para la improvisación
como en los dj sets clásicos. - ¿Encontraste voces disidentes acerca de este proyecto?
- En directo, nadie, pero seguro que hay gente que no quiere saber nada. Al que no le gusta, ningún problema, que no vaya. No me engancho en esa. Nosotros vamos con respeto y humildad. Es una situación especial y la vamos a aprovechar como tal. - ¿Cómo definirías este Connected?
- Como una fusión democrática, un show de todos en dónde cada uno tiene su parte y responsabilidad. A veces tengo ganas de hacer algo y los músicos me dicen que no se puede y ellos tratan de adecuarse también. No hay nada de improvisación, es más, ensayaremos un par de veces con los músicos en escena. Hace más de un año que trabajamos en esto. - Después de Connected... ¿Qué pasará? ¿Podría emigrar este proyecto a las arenas del dance? - Tendría que hacer algunos cambios ya que está pensado para un teatro, tanto desde lo edilicio como de la contención sonora. Es muy difícil que pueda rendir igual que en un estadio. Eso sí, a futuro me gustaría incursionar en crear música para películas. - ¿Cómo imaginás el momento de salir al Colón, la respuesta de la gente?
- No sé cómo me vaya a sentir, creo que tendré más ansiedad que nervios, por estar a la altura del lugar. Entramos a un terreno desconocido. Seguro que a nuestros fans les va a encantar, aunque algunos van a esperar lo de siempre y no será así. - Con toda la tecnología disponible que hay, ¿pensás que el DJ es de los artistas que mejor se acopló a esto? - Creo que los deejays impulsamos una dinámica tremenda que tiene la electrónica y que quizás los otros tipos de música no tienen. Pienso que el rock no se renovó mucho en los últimos 40 años, después de U2 no hubo una banda rockera de esa envergadura a nivel mundial. Ojo, también esto pasó en la electrónica: desde Underworld o The Chemical Brothers, no existió otra banda como esas. - Pero la EDM (Electronic Dance Music) llevó ala escena del género a un nivel mucho más masivo... - Sí, pero nunca sentí que esto fuese
una competencia de popularidad. La música que yo paso no es la más conocida. Podría haberlo hecho, pero nunca me interesó. -¿Y que pensás de exponentes como David Guetta o Avicii?
-Si no fuese por esos pibes, la escena electrónica actual sería un décimo de lo que es. Guetta introdujo a un montón de adolescentes que conmigo hubieran seguido de largo. -Entonces, les estás agradecido...
-Sí, porque agrandaron la escena a nivel mundial. Ellos son artistas populares que quieren llenar estadios y su música esté número 1 en el mundo. A un festival que antes cerraba Underworld iban 50 mil personas. Hoy a una Tomorrowland, con ellos dos como headliners, van 300 mil. - ¿Y cómo encajás vos en esto?
- Luego que muchos de esos chicos escucharon Guetta, durante cuatro o cinco años, crecieron y buscaron algo más elaborado. Y ahí aparecemos deejays como yo. Hoy existe un interés genuino por lo que hacemos y no sólo por lo que está de moda.
Seguro que hay gente que no quiere saber nada. Al que no le gusta, ningún problema, que no vaya”.