Una luna con aire alternativo
Esta noche, el 58° Festival de Cosquín desplegará un mapa de músicos con miradas abiertas y renovadoras de las raíces folclóricas. Todos ellos saben que existen nuevos repertorios, con temáticas humanas y sociales y, sobre todo, nuevos públicos que anhelan escucharlos. No sólo mandan la nostalgia o el amor a los paisajes. El hombre está dentro de esas geografías cantadas.
Los nombres programados muestran la transición que vive Cosquín, entre estéticas tradicionales, otras asentadas en el éxito, y las transformadoras. Por primera vez en la plaza Próspero Molina, el cantautor patagónico Lisandro Aristimuño mostra- rá junto al santiagueño Raly Barrionuevo su proyecto a dúo Hermano Hormiga, en el que combinan obras propias y versiones de Silvio Rodríguez, Chabuca Granda, Raúl Carnota, Chivo Valladares, Chango Rodríguez y Juan Luis Guerra.
Será el corolario de una larga jornada que incluirá al riojano Ramiro González, cuyas canciones Estoy donde debo estar, Pachamama, Lucero Cantor, entre otras, son de las más versionadas por una nueva generación. También llegará la cantora cordobesa Mery Murúa, con el repertorio de su elegante tercer disco Sal, y en el espectáculo Ulkan Folil (“raíz que canta”), Rubén Patagonia, quien obtuvo en 2017 el Premio Camin a la Trayectoria, combinará con Che Joven (Pablo y Marino Coliqueo) mensajes de los vientos afina- dos en las dolencias del Sur.
Tras ellos vendrá la formoseña Charo Bogarín, que integra el dúo electrónico Tonolec, con su proyecto y disco La Charo, y un repertorio latinoamericano sin fronteras. Además, volverá al Escenario Atahualpa Yupanqui el cantautor cordobés José Luis Aguirre, quien con sus canciones simples y sustanciales ya logró ovación dos veces en Cosquín. Y otro desafío va a tener la bonaerense Luciana Jury, quien en 2017 obtuvo una Mención Especial.
También por primera vez estará el quinteto porteño Duratierra, que presentará su tercer disco, Cría, cuya primera canción, Saravá, anuncia: “Vienen las canciones nuevas, llenas de canciones viejas”.
Y cerrarán Aristimuño y Barrionuevo con sus voces, su toque de guitarras y la mística de sus canciones dentro y más allá de las tradiciones, en una noche de claras constelaciones para las músicas populares sin conformismos que se asoman como parte del folclore de estos tiempos.