Qué buena era la Edad de oro de los ‘70 en Hollywood
Hollywood va mutando, no mucho tal vez no año tras año, pero sí década tras década.
La última Edad de Oro del cine estadounidense fue, sin dudas, la de los ’70. El cine popular y el artístico podían confluir en una misma película, y en un puñado de realizadores. Allí brotaron o se afianzaron Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, Brian De Palma y George Lucas (esa fotografía, con los cinco sentados a una mesa en el festejo del cumpleaños 50 del director de Star Wars aún hoy eriza la piel, pero OJO si vieron la photoshopeada, en la que agregaron a Ron Howard y Robert Zemeckis… Después volveremos sobre el asunto).
De los cinco, dos siguen demostrando que tienen muchísimo para ofrecer al público del siglo XXI. Son Spielberg (71), de quien se conoció hace nueve días The Post: Los oscuros secretos del Pentágono, candidata al Oscar, con una mirada sobre el poder político y los medios que emparentan la época de Nixon con la actual de Trump, y Scorsese (75), cuya The Irishman, con Robert De Niro y Al Pacino, es producida por Netflix.
Vaya si se han adaptado a los tiempos que corren.
Lucas (73) vendiendo su empresa Lucasfilm a Disney está prácticamente retirado, por más que figure con el título honorífico más que real como productor ejecutivo en las series de Star Wars que prepara…. Disney.
Es como Stan Lee, autor de los comics de Marvel, que aparece como productor ejecutivo en los créditos finales, y en la pantalla en lo que le queda de carne y hueso (y canas largas) en cada película de Marvel Studios.
Coppola sigue experimentando -como con Distant Vision-, así como fue en los ‘80 un precursor con la utilización del video, que lo llevó entre otras cosas a la bancarrota tras Golpe al corazón (One from the Heart). Ahora, tras la flojísima Twixt, que tuvo su première en el Festival de Toronto en 2012, no rodó más largometrajes.
Y De Palma volverá a estrenar este año (Domino), tras seis años de silencio.
A lo que voy es que, junto a los mencionados en actividad, este jueves se estrenaron dos películas que abrían expectativas: Todo el dinero del mundo, de Ridley Scott (80), el británico pabre pá de Alien y Blade Runner, y 15:17 Tren a París, de Clint Eastwood (87), quien sigue inoxidable.
Spielberg y Eastwood se han vuelto un tanto patrióticos últimamente. El director de Los cazadores del arca perdida, E.T. y Minority Report, al que mejor le salen las películas de aventuras y acción o ciencia ficción que los dramas más serios, venía de hacer Lincoln y Puente de espías.
El filme anterior de Eastwood fue Sully, so- el piloto homónimo que se convirtió en héroe al amerizar en el río Hudson el avión de US Airways, en enero de 2009. En 15:17 Tren a París, Clint pidió a los tres jóvenes que desbarataron un atentado terrorista en el tren del título, por agosto de 2015, a interpretarse a sí mismos.
Y el combo cierra con uno de los que aparece en la foto trucada, antes de soplar las velitas. Es Ron Howard (63), director de Apollo 13, Una mente brillante y la saga de bodrios de El Código Da Vinci, pero también delicias como El diario y
Cocoon. Y a quien Kathleen Kennedy (64), presidenta de Lucasfilm y a quien Spielberg le dio su primer trabajo en el cine, le ofreció reflotar
Han Solo, una historia de Star Wars cuando despidió a los más jóvenes Phil Lord y Christopher Miller (ambos de 42 años). Los directores de La gran aventura Lego, herejes, habían rodado la mitad del filme, con un tono más de comedia que el quería Disney. El merengue, que por ahora no es engendro -Howard entregó una copia y le pidieron hacer retomas…- ya tiene su primer trailer disponible y se estrena para el feriado del 25 de mayo en la Argentina.
A lo que vamos es que si el público que llena las salas en Norteamérica es el de niños, adolescentes y con suerte se estira hasta los veintipico, esos espectadores esperan que les ofrezcan un menú que, salvo Spielberg en la inminente Ready Player One, ninguno de los mencionados es capaz de brindar.
Y más aún: si el público de treintaipico para arriba y el adulto quiere ver otro tipo de cine diferente del de Marvel, se encuentra con que el cine para adultos que le dan es el de Cincuenta sombras liberadas…
Qué buena Edad de Oro la de los ’70.
El público que llena las salas en Norteamérica es el de niños, adolescentes y se estira hasta los veintipico. ¿Qué les espera?