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Volvieron las fiestas de 15, con vestidos de alta costura

Las chicas eligen diseños románticos para el vals y un segundo modelo para el baile potente.

- Mónica Soraci msoraci@clarin.com

Parece que a la moda de festejar los 15 años en Miami se le pasaron los quince minutos de fama. La realidad es que fueron varios años donde los viajes al Caribe estaban en la cima de la popularida­d quinceañer­a.

Pero las fiestas de cumpleaños en salones arreglados ad hoc y vestidos amplios, como para princesas, volvieron con todo su esplendor.

“Hace un año o un año y medio que empezaron a hacerse muchas más fiestas que en tiempos anteriores, una etapa que duró menos de una década -reflexiona Ana Pugliesi, diseñadora de alta costura, que tiene un atelier con su nombre-. Había pocas fiestas y muchos viajes a Miami. Ahora las chicas volvieron a querer a hacer su fiesta de 15. Creo que sucede porque ahora las familias viajan más y pueden llevar a la quinceañer­a al viaje familiar y, entonces, como ya viajó, la chica quiere su deseada fiesta. Tienen ganas de reunirse con sus amigos y compañeros de colegio, y después están los deseos de los padres de que su hija tenga su fiesta. Es como un efecto dominó: van a las fiestas de las amigas y quieren también su cumpleaños festivo”.

María Teresa Vilajuan, diseñadora de alta costura, coincide: “Hay una revaloriza­ción de las fiestas, y las familias gastan mucho más dinero que antes”.

La decisión de festejar a lo grande ya fue tomada. Ahora viene lo más importante para la adolescent­e: el vestido. “En general, las chicas piden diseños más románticos que de vanguardia. El 70% opta por el romanticis­mo, una prenda con tul, organza, encaje, organdí suizo -ejemplific­a Pugliesi-. Y el 30% restante prefiere algo diferente: un mono con short, un vestido corto con sobrefalda. Pero más del 70% de las chicas pide un segundo vestido, para cambiarse en la mitad de la noche, cuando empieza el baile más potente. Un clásico es el short de encaje con un top haciendo juego”. Y agrega que “las quinceañer­as usan el vestido largo para la recepción y el vals, y después se cambian para estar más cómodas”.

A Vilajuan, las adolescent­es le piden “vestidos muy trabajados, con faldas amplias, bordadas con cristales. Hoy se usa tanto el romanticis­mo como los modelos más modernos. Eso

de la cumpleañer­a vestida como una princesa, todavía se usa”.

Como en la moda, en los vestidos de 15 también hay tendencias. “Viajo dos veces al año a París, donde marcas como Chanel o Dior hacen tendencia -comenta Pugliesi-. Dior, por ejemplo, para esta temporada tenía toda la vidriera lateral con faldas de tul azul, con el top y una camperita para los hombros. Acá hay una tendencia que marca que el segundo vestido sea de color negro; el blanco y el tiza son los tradiciona­les, con bordados en cristales. Si hablamos del color, se usa verde agua, celeste pálido combinado, el color té fuerte y el rosa perlado ”. Según Vilajuan, “se viene el vestido lánguido. De una clase de 30 alumnas, 25 tienen su gran fiesta de 15. Y una chica quiere superar a la otra en el vestido”.

Las chicas, después de elegir a la diseñadora, llega al atelier con la mamá, la hermana, y a veces también se suma la mejor amiga. En contadas ocasiones, aparece de invitado el noviecito, siempre y cuando no acuda el papá de la quinceañer­a.

A diferencia de lo que sucedía años atrás, donde la madre intervenía en el modelo, hoy la chica es la que da la última palabra. “Las madres son mucho más accesibles que antes. Escuchan y respetan lo que quieren sus hijas -aclara Pugliesi-. Cuando viene el papá, lo más seguro es que se emocione cuando ve a la nena vestida de largo. Más que la mamá. Y es el expeditivo: quiere comprar el vestido, sin dar tantas vueltas”.

Las chicas, a la hora de elegir el modelo, se inspiran en los looks de Selena Gomez, Miley Cyrus y Lali Espósito, y llevan las fotos en el celular. ¿Cuál es la diferencia entre un vestido de alta costura y uno de confección? “El de alta costura tiene la moldería especialme­nte hecha para la persona, no es un vestido que venga por talle, es personaliz­ado. La primera prueba se hace sobre la forrería (forro) del vestido, y todas las incrustaci­ones de cristales y bordados se hacen a mano”, dice Pugliesi.

Las chicas de 15 saben elegir. w

Viajo dos veces al año a París, donde marcas como Chanel o Dior hacen tendencia para quinceañer­as”, expresa Pugliesi.

Piden vestidos con faldas amplias, bordadas con cristales. El look princesa, todavía se usa”, dice Vilajuan.

 ??  ?? Clásico. Tono manteca para la fiesta, con falda en capas de tul y corsé bordado.
Clásico. Tono manteca para la fiesta, con falda en capas de tul y corsé bordado.
 ??  ?? Tendencia. El celeste pastel es el tono de la temporada.
Tendencia. El celeste pastel es el tono de la temporada.
 ??  ?? Lánguido. En tono salmón, corsé de encaje y cinturón con brillos. El modelo puede costar hasta $45.000.
Lánguido. En tono salmón, corsé de encaje y cinturón con brillos. El modelo puede costar hasta $45.000.
 ??  ?? Blanco y naranja. Un diseño combinado, con bordados en color.
Blanco y naranja. Un diseño combinado, con bordados en color.
 ??  ?? Ana Pugliesi. Viste a las chicas de 15 en su atelier de Recoleta.
Ana Pugliesi. Viste a las chicas de 15 en su atelier de Recoleta.
 ??  ?? Vilajuan. Y una de sus clientes, con modelo juvenil.
Vilajuan. Y una de sus clientes, con modelo juvenil.

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