SONRISAS DE ROCK AND ROLL
En el Museo de la Ciudad puede verse una exhibición de fotos de José Luis Perrotta sobre rockeros del mundo.
A Pappo no lo intimida posar en la cima de un basural sino todo lo contrario: el fuego que emana desde esa montaña de desechos en el barrio de La Quema agiganta aún más su figura. Distinta es la tierna imagen que muestra a Luis Alberto Spinetta de entrecasa, abrazando a su mujer Patricia Salazar, embarazada de ocho meses y a la espera de su primogénito Dante. Mientras tanto, la frescura del rostro de Andrés Calamaro se asemeja a la de Bob Dylan, Federico Moura juega con ser modelo en blanco y negro y Charly García continúa fumando a puro color.
Éstas y otras imágenes se exhiben en Testigo del Rock, la exposición fotográfica sobre los inicios del rock nacional que acaba de inaugurar el Museo de la Ciudad en homenaje al fallecido José Luis Perotta, el célebre reportero gráfico que retrataba a los grandes músicos argentinos durante la década del ‘70 y finales de los ‘80.
En el anexo del museo (Defensa 187) hay unas 130 fotos inéditas. Son retratos íntimos y hogareños de las máximas estrellas del rock nacional como la producción de fotos de Charly García y Fito Páez junto con los integrantes del grupo GIT (Pablo Guyot, Willy Iturri y Alfredo Toth) para Pia-
no Bar, álbum emblema de Charly. Además, se destaca un ensayo del grupo Almendra simulando un fusilamiento en plena época de la dictadura y a un joven Spinetta sentado entre la multitud, a la espera de un nuevo concierto.
“Tenemos un gran recuerdo de José Luis (Perotta). Trabajamos con él en la tapa de nuestro primer disco y también en la de Piano Bar. Nos encontramos con sorpresas como la foto de Charly repensando con nosotros los temas de Piano Bar. Esa foto es especial, no nos habíamos enterado. Su trabajo ha sido de primera”, resume Willy Iturri (GIT) en la presentación de la expo.
José Luis Perotta ha sido un eximio reportero gráfico. Su evolución como profesional estuvo acompañada con el crecimiento de los músicos por la manera de retratar artistas que más adelante se convertirían en verdaderos ídolos. Por eso, su historia tiene conexión directa con los padres del rock y la música contemporánea.
También cubrió la llegada de Juan Domingo Perón al país en 1972 que fue tapa de la revista Gente. Tras la dictadura, se alejó del ambiente de la música para trabajar en importantes agencias de publicidad y retratar a famosas modelos de los años ‘80.
Perotta falleció en 1989. Años más tarde, sus padres donaron las 28 cajas de sus producciones fotográficas a la Fundación Antorchas para contabilizar este archivo y en 2015 quedó en manos del Museo de la Cuidad. Allí descubrieron 25.000 fotos de las cuales 3.000 tienen que ver con el Rock Nacional.
El trabajo de Alicia Rojo como curadora ha sido arduo: durante los últimos tres años fueron seleccionadas unas 130 imágenes de más de 30 años para luego digitalizarlas y exhibirlas en esta maravillosa exposición que acaba de inaugurarse.
También hay retratos asombrosos como el de Los Gatos a puro color en el jardín de la casa de Nélida Lobato (1965), imágenes convertidas en legendarias tapas como Pappo’s Bues Volumen 1 y 4, Nito Mestre con pelo largo en la tapa de su LP Escondo Mis
Ojos al Sol, otra de Moris en blanco y negro, un recital de los Abuelos de la Nada, una producción exclusiva de Fito Páez antes del lanzamiento del disco Giros, otra de Viuda e Hijas de Roque Enroll (1984) y hasta un retrato de Mercedes Sosa posando de una manera muy particular: como si fuera La Gioconda.
“Es la primera exposición de rock que hacemos acá. No podemos creer que esto haya llegado a nuestras manos cuando los músicos creían que
esta colección estaba perdida definitivamente”, señala con indisimulable entusiasmo Ricardo Pinal Villanueva, director del museo.
Hay mucho más para disfrutar hasta el 13 de mayo: Vox Dei en una jornada campestre, la imagen icónica de Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll (1971) con sus respectivos negativos en blanco y negro, el festival Beat de Pinap, considerado el primer concierto al aire libre en Buenos Aires (1969), Black Amaya y David Lebón, un joven León Gieco en blanco y negro interpretando su nuevo tema
Hombres de Hierro en el B.A. Rock (1973), el mismísimo Perotta presen-
tando al Flaco Spinetta y a su grupo Invisible en el estreno del disco
El Jardín de los presentes en el Luna Park (1975). Miguel Abuelo, Calamaro y Daniel Melingo (1984), entre otras fotos inéditas.
Y eso no es todo, porque la sede del museo (Defensa 223) se acondicionó especialmente con afiches de recitales y gigantografías de la época, las revistas Expreso Imaginario, Pelo y Pinap, y hasta el trípode de Perotta en el que solía retratar a las figuras que daban sus primeros pasos en la música nacional. Nostalgia, pasión y emoción.
Testigo del Rock es una amplia exposición fotográfica bien lograda que recorre los cimientos del rock nacional y retrata la intimidad de sus protagonistas antes de convertirse en verdaderos próceres, con la genialidad de Perotta y su lente.