El archivo que imagina su mudanza
Somos quienes somos gracias a la cultura escrita. Al principio era sólo papel y mucho después se convirtió en papel con imágenes y luego sólo soporte digital. Cuando se fundó el Archivo General de la Nación, en 1821, a nadie se le ocurrió que pudiese llegar a haber otro formato para contener la información relevante de los argentinos. Alguien, o muchos, llegaron a la conclusión casi divina de que “no es bueno que los papeles y documentos estén sueltos” y nació esta institución autárquica, que resguarda documentación escrita, fotográfica, fílmica, videográfica y en audio de valor histórico.
El edificio de 1821, hoy situado en Alem 246, colapsó. Un papel más pondría en peligro la estructura. Por eso, desde 2011 hay un proyecto de convertir la ex cárcel de Caseros en el nuevo Archivo General de la Nación. Se trata de la parte de la cárcel que pertenece a la Nación, porque el otro edificio fue declarado Patrimonio Histórico y pertenece a la Ciudad. El sector antiguo se puede ver en la serie El marginal, que utiliza ese escenario.
Un 63 por ciento de la nueva estructura avanzó en estos últimos años y sigue en construcción. Ciento diez obreros trabajan día a día. El director del Archivo, Emilio Perina (hijo del historiador fallecido del mismo nombre), expresó su gusto por un edificio que podrá contener documentación a salvo por los próximos dos siglos.
Los arquitectos Miguel Rossi y María Eugenia Pujol Lereis son los encargados, entre otras cosas, de evitar que el fuego alguna vez se apodere del pasado y por eso lo diseñaron de tal manera que cualquier sala quede aislada y no incendie a la siguiente. Además, en la obra se contempla la construcción de un parque con un espejo de agua, un auditorio, dos depósitos de material de archivo extras a futuro. Todo el equipo tiene la esperanza de inaugurar en octubre, aunque la arquitecta prefiere dar como fecha cierta 2019.
Para apreciar el proyecto hay que verlo con los ojos del futuro. Su director dice que el Archivo General de la Nación tendrá uno de los edificios más modernos de Latinomérica. En el marco de la mudanza, que no será simple por el valor de documentos que se conservan incluso de la época del Virreinato, también se prevé aprovechar para sumar archivos que están dando vueltas en los ministerios, como la vinculada al proyecto de los ‘80 de hacer a Viedma capital federal.