“Hoy no puedo imaginarme haciendo otra cosa que no sea actuar”
El año pasado Ediciones B editó en la Argentina el libro Secuencias de una vida, la autobiografía de Bryan Cranston. En 352 páginas, el actor repasa momentos de su vida que, hasta el momento en que decidió compartirlos, desconocíamos. Desde su infancia y los problemas económicos que atravesaron sus padres, sus primeros años en el mundo de la actuación, hasta cómo fue grabar la escena más difícil de su carrera durante el rodaje del final de la segunda temporada de Breaking Bad cuando su personaje, Walter White, deja morir a Jane (Krysten Ritter), la novia de su compañero Jesse (Aaron Paul). “Sucedió que la chica ya no era ella (…), sino que miraba a Taylor, mi hija, mi hija de verdad. Yo ya no era Walter White. Era Bryan Cranston y estaba viendo morir a mi hija”, escribió el actor en su libro. - A los 20 años, tal como cuenta en su autobiografía, su hermano y usted compraron dos motos y salieron a la ruta durante varios meses. ¿Se imaginó en ese entonces que tendría la vida que tiene ahora? - En ese momento realmente deseaba tener la vida que tengo ahora. No contaba con eso, y si jamás sucedía hubiese estado bien. Pero de alguna manera, estaba convencido de ser actor y de poder vivir gracias a la actuación. Cuando eso se hizo realidad, cuando a los 25 años me di cuenta que había empezado a hacer dinero actuando, fue uno de los momentos más poderosos de mi vida, poder decir: “Esto es lo que hago para vivir”. - Celebramos que haya dejado de oficiar de cura en casamientos y que se volcara a la actuación... - ¡Esa fue toda una experiencia! Hoy no puedo imaginarme haciendo otra cosa que no sea actuar. Soy muy afortunado y no lo pierdo de vista en ningún momento. Aunque también trato de centrarme mucho en el aquí y ahora.