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“La fama no te cambia, sólo revela quién sos”

Lo dice la protagonis­ta de “Scandal”, cuya séptima y última temporada arranca mañana por Sony. Transcurre en la trastienda de la Casa Blanca.

- Silvia Maestrutti Los Angeles. Especial para Clarín

Yo no sabía qué era lo que iba pasar porque nunca había estado como regular en una serie de televisión, pero en estos años aprendí a disfrutar realmente la aventura de este viaje. Le debo mucho a Shonda, ella apostó por mí y me cambió la vida”, reconoce Kerry Washington (41), protagonis­ta de Scandal, el thriller político con aires telenovele­scos creado por la productora Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, How to Get Away With Murder). La ficción, en la que Olivia Pope (Kerry) maneja con su empresa las crisis de los mandamás en la Casa Blanca, está inspirada en las memorias de una jefa de prensa del ex presidente George W. Bush.

Aunque a la hora de hacer la entrevista con Clarín está envuelta en un tapado blanco de Ralph Lauren, la actriz no lo desfila como lo hace su personaje, la desafiante y manipulado­ra Olivia Pope, vestida siempre con abrigos de alta costura acompañado­s de gigantesca­s carteras de Prada gracias al trabajo de la diseñadora de vestuario de la serie, Lyn Paolo.

Kerry es mucho más bajo perfil en la vida real. Chiquita, no trata de comerse la habitación de un bocado como lo ha hecho Pope durante las siete temporadas de Scandal. La última empieza a desandarse en el Canal Sony a partir de este lunes a la medianoche.

En un descanso de la grabación en los estudios Sunset Gower de Hollywood, Kerry Washington se prestó a reflexiona­r sobre el icónico personaje del que debió despedirse este año. Y sobre cómo la última temporada iba a ser, al menos para ella, que todavía la estaba grabado, algo muy parecido a subirse a una montaña rusa, “pero con una copa de vino en la mano”. En cuanto a cómo queda su corazón, dice no ser del equipo Jake (Scott Foley) ni del equipo Fitz, sus relaciones románticas en Scandal. “Yo soy del equipo Shonda”, aclara la actriz.

La serie debutó en 2012 con Olivia como la jefa de comunicaci­ones del entonces presidente Fitzgerald Grant III (Tony Goldwyn), con quien pronto empezaría a tener un romance provocador por donde se lo mirara, porque el político estaba casado y porque ella era negra. Para la sexta temporada, Pope se había convertido en la jefa de campaña de la ex esposa de Fitz, Mellie, quien iba a ser elegida la primera presidenta de los Estados Unidos. Otro guiño de la creadora, fan número uno de Hillary Clinton. Dicen que cuando Donald Trump asumió, Shonda decidió cerrar la cortina de su serie (e irse a Netflix), pero dándose el gusto de poner a un mujer en el Salón oval.

Para esta última temporada ya se han cruzado todos los límites, y hasta hubo crímenes de Estado. Kerry igual dice tenerle afecto a su personaje, aunque cada vez parezca ser más cruel, todo en defensa del pueblo, porque no hay que olvidarse que ella es la primera “gladiadora” de la República.

-¿Se reivindica sobre el final Olivia Pope?

-Eso es lo que explora la séptima temporada. Yo creo que la fama no te cambia, sólo revela quién sos. Hay que ver cómo navega esta mujer con esta extraordin­aria cantidad de poder que tiene en la Casa Blanca, obligada a tomar todo el tiempo decisiones drásticas. Parte del desafío es saber en quién puede confiar, y eso incluye al amor. No es que ella vea a los hombres como una debilidad, pero todo aquello que pueda poner en riesgo su habilidad de mostrarse para la República se transforma en problema.

-¿Cómo hubieras querido que terminara tu personaje?

-Quiero lo que los guionistas quieran para ella, esta historia rompió récords gracias a ellos. Yo empiezo cada temporada entregándo­me por completo a los deseos de Shonda, lo primero que hago es atarme el cinturón de seguridad y empezar a andar. Pero me gustaría verla entera y feliz, claro. Todos nos merecemos la felicidad.

-¿Cuál creés que va a ser el legado televisivo que va a dejar “Scandal”?

-Espero que dejemos el legado de haber sido gente que trabaja muy duro, que está realmente comprometi­da en crear algo que nos pone muy orgullosos. Shonda tiene una forma de contar historias que es original, para nada predecible. Espero que la gente recuerde que se sentía un poco más viva mirando nuestro programa.

-¿La vas a extrañar a Olivia?

-Es como preguntarl­e a alguien cómo se va a sentir cuando rompa con su pareja. Cuando hicimos nuestro episodio número 100 le decía a todo el mundo que había sido Olivia Pope más tiempo que lo que había sido esposa o madre. Sé que va haber cosas que voy a extrañar sobre ella, pero también sé que ya es tiempo de dejarla atrás y seguir creciendo. Lo seguro es que me voy a quedar con su famoso sombrero blanco. Son dos, el otro nos lo pidió el Museo Smithsonia­n.

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Termina. Washington, copa de vino en mano. La serie se inspira en una jefa de prensa de George W. Bush.

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