La coleccionista que llegó de Perú para quedarse
No hay edad ni barrera generacional que ponga a prueba el amor por juntar figuritas de tal o cual jugador. Sino pregúntenle a Carmen, de 88 años, y con una pasión inquebrantable en pos de cambiar estampas del Mundial de Rusia 2018.
Al acercarse a esta mujer, la pregunta mental es inevitable: ¿Qué la llevó a estar rodeada del bullicio de la noche, la música, entre cervezas, juventud y en pleno día de el trabajador? “Le busco llenar un álbum de figuritas para mi hijo Luis -que vive hace 36 años en California, Estados Unidos- y también par ami nieto. Ellos irán a Rusia a ver a Argentina”, contesta la abuela figuritera quien no está sola en esta patriada.
Junto a ella está Milagros, su nieta de 20 años. “Yo también colecciono, no somos muchas las chicas que nos metemos en esto. Voy anotando las que me faltan o tengo repetidas y le paso los números a mis amigas por Whatsapp. Es la primera vez que me acerco a un lugar público a intercambiar”, dice ella quien también tiene completo el álbum de Brasil 2014 y reconoce que le costó bastante reunir las figus de los jugadores de la Selección Nacional, más que de las otras.
Mientras abuela y nieta hablan con Clarín, en la punta de la mesa, rodeada de varios chicos, está mamá Mercedes quien despliega dos hojas grandes cuadriculadas con un montón de números como si fuese una batalla naval. Se está frente a tres generaciones de mujeres figureteras. “Ya está terminando todo mientras hablamos con vos”, vaticina su hija.
-¿Qué significa venir en familia a intercambiar figuritas?
Carmen: Es un premio para mi hijo y nieto, se lo enviaremos antes que viajen allá. Pero ojo, nosotras también tenemos nuestro álbum: nos faltan solo cinco figuritas, pero me tengo fe, hasta el momento pudimos intercambiar siete acá.
-¿Es estrictamente una figurita por otra o son generosas?
Carmen: Las que necesiten, no hay problema, tenemos dos pilones porque estamos con los dos albumes así que nos sobran las repetidas. Yo lo ayudaba de chico a mi hijo a coleccionar, le compraba cajas con muchas figuritas. Hoy tiene 61 años y espero que conserve las primeras que tuvo.