Light painting: un viaje a través de la luz
Una técnica fotográfica se aprovecha de la oscuridad para lograr una desenfadada explosión de colores.
Crear sobre un lienzo oscuro, profundo y, además, poder dibujar con luz. Como si fuera poco, que además esa obra quede plasmada en un instante, a través de la fotografía.
Bienvenido a la magia del light painting, una técnica fotográfica en donde intervienen distintos actores. A saber: una cámara de fotos que pueda tomar imágenes de larga exposición (mínimo 30 segundos), un buen trípode (clave que la cámara no se mueva), instrumentos lumínicos y un cable disparador automático.
En este ámbito, las tomas se realizan en la oscuridad total o bajo una fuerte penumbra. Son fotos en dónde el obturador de la cámara está abierto (se regula a través de una velocidad de obturación), o sea el tiempo durante el cual el lente permite el paso de la luz. “Me compré una cámara Linux 5300 y una de las clases de la escuela de fotografía, que tuve a fines del año pasado, era sobre los rudimentos del light painting. Me voló la cabeza”, explica Diego Mangado (43), responsable de administración de una consultora que adquirió el hobby.
Como él, también hay conserjes de hotel, cocineros y empleados de todo tipo que se arrodillan ante esta técnica. Uno de esos grupos de devotos son los Orgasmo Visual, un colectivo local formado hace dos años. “Nos re- unimos para divertirnos, viajamos a distintas partes del país para localizar sitios oscuros, abandonados, galpones viejos, trenes, edificios derruidos, que iluminamos y le damos vida”, dice el cardiólogo Horacio Selva (51), referente del team.
Para ello, él se pone la mochila al hombro, carga cámara, trípode e instrumentos lumínicos, y viaja a parajes inhóspitos para echar un manto de luz en plena oscuridad. “Fuimos a Epecuén, Punta Indio, Benavidez, Epecuen, Arrecifes, entre otros lugares. Todas ellas, locaciones para generar algo diferente y nuevo”. Así se observa en una de las fotos que ilustra esta nota, donde hay dos mujeres en una casa abandonada. “Ese tipo de trabajo puede llevar unos dos minutos de exposición, sumado a la preparación de la imagen”, dice Mangado.
Varios de los que asoman su nariz en el light painting pasaron por la astrofotografía (tomar imágenes del cielo nocturno), tal el caso de Selva. “Encontré diversión en esto: uno puede jugar y no sólo en el momento de tomar la foto sino también cuando lo practica, cuando arma la herramienta y piensa la imagen a crear”.
Pero lo más fantástico que poseen estas intervenciones es que no hay retoques digitales: todo lo que se ve es fruto del pulso del fotógrafo. Una tira de led, colocada en forma vertical y siendo movida en el sentido de las agujas del reloj, crea haces de luz permamentes. “Es como pintar con la iluminación. El límite está en tu mente”, sostiene Mangado.
¿Qué equipo se recomienda para ser un light painter de ley? Cualquier cámara que permita manejar el tiempo de exposición, por lo general las réflex, que tienen el cuerpo por un lado y el lente es intercambiable. “En esta técnica el fotógrafo apuesta a distintos tipos de iluminaciones, generando efectos y dándole un toque surrealista a la oscuridad. Es jugar un poco con el que va a mirar la foto, que, aparte de disfrutarla, tiene que adivinar cómo se hizo tal o cual imagen”.
A la hora de crear efectos, para los light painters ir a tienda tipo “Todo x 2 pesos” es una fiesta. Allí encontrarán linternitas de todo tamaño y color. “Podemos usar de todo, pero lo que se impone son los leds y también el uso de cables de fibra óptica. También los microleds y las tiras de leds, y las palas de acrílico a las que se le coloca una linterna en el mango y
proyecta una buena luz. Hasta con lucecitas de arboles de Navidad nos arreglamos”, explica Selva.
Una de las incógnitas de esta técnica es cómo hacen los fotógrafos para no salir, a veces, dentro del cuadro. Eso es la parte de la magia de este tipo de fotografía ya que, en alguna situaciones, el autor no es el que dispara la foto, sino quien está haciendo el efecto lumínico. “Está ‘oculto’ detrás de la luz, lo importante es tener ropa negra para camuflarse en la oscuridad o penumbra y poder moverse adelante de la cámara”, propone Mangado.
Además, en varias oportunidades, intervienen muchas personas para realizar una misma imagen: es un rubro colaborativo. “Pueden disparar varias cámaras a la vez desde distintos ángulos para tener distintas visiones de una misma imagen”.
¿En dónde podemos encontrar lightpainting? Por lo general en el plano artístico, aunque de a poco está ganando terreno en el universo publicitario, sea gráfico o televisivo. “También se usan en fiestas de 15, casamientos, y no faltan los que se copan en la intervención de retratos”, cierra Mangado.w
“Sacar fotos lo veo como algo liberador y el light painting es algo distinto, creativo. Me gusta trabajar con la oscuridad”. Diego Mangado, 43 años Responsable de administración en una consultora