Y un día volvieron Cándida y Catita
Jorgelina Aruzzi brilla en una recreación de Niní Marshall, dirigida por Ciro Zorzoli y, con textos originales.
Niní en el aire.
Dirección: Ciro Zorzoli. Con: Jorgelina Aruzzi, Mariano Torre y Pablo Marcovsky. Liceo Comedy: Av. Rivadavia 1499. VIE y sáb a las 20.30 y dom a las 19. Entradas: desde $500.
A partir de textos de la propia Niní Marshall, el director Ciro Zorzoli recrea el maravilloso mundo de los personajes que surgieron de la inventiva de la gran actriz y autora y que, por su popularidad, ya forman parte del imaginario colectivo.
Una interpretación impecable de Jorgelina Aruzzi hace el resto: traer de vuelta al presente a una pionera del humor argentino. En la puesta que se presenta en el Liceo Comedy, el estudio de radio donde la actriz transitó mucho de sus monólogos está siendo desmantelado. Pero la figura de Niní, acompañada por dos actores y músicos, a cargo de Mariano Torre y Pablo Marcovsky, aparece en acción e ilumina todo.
Con ella surgen, fantasmagóricamente, muchas de sus criaturas más conocidas: Cándida, Catita, doña Pola, la Niña Jovita, Mónica Bedoya Hueyo de Picos Pardos Sunsuet Crostón
y Gladys Minerva Pedantoni. Con cada una aparece un mundo, reflejo satírico de una época. Los textos de Niní no sólo siguen vigentes sino que demuestran hasta dónde la actriz y dramaturga fue pionera en el género y referente para decenas de comediantes que la siguieron.
El suyo era un tipo de humor que aprovechaba la picardía, pero sin apelar a lo grosero. Más allá de la época, la actriz combinaba la ternura y lo naif, con una mirada crítica y ácida de su realidad. Con varios guiños a la actualidad, Aruzzi se pasea por los distintos registros de cada personaje y los sostiene espléndidamente aún cuando empiezan a mezclarse y a dialogar entre sí. Incluso, su contextura física y algunos rasgos permiten acercarla aún más a esa Niní que todos conocemos de las películas en blanco y negro.
Torre y Marcovsky son el contrapunto justo y divertido para que Aruzzi ponga a funcionar todo su oficio de comediante haciendo propios los textos de Niní. Divertida, entrañable, mordaz y un tanto melancólica, la mujer que se desdobla en muchas mujeres, lleva a los espectadores a pasear en un auténtico viaje en el tiempo, donde los personajes vuelven a la vida por un rato y, con su esencia intacta, es como si nunca se hubieran ido.