Berni camuflado en los prostíbulos
¿Qué hacía Berni con una cámara en los burdeles? Una exposición busca esa respuesta.
Clarín
En diagonal a una de las entradas de la Reserva Ecológica, después de pasar por la fuente de las Nereidas, se encuentra el Museo de Calcos y Escultura comparada Ernesto de la Cárcova. Allí está el calco del David de Miguel Angel, que por sus magníficas dimensiones deja ver sus piernas y sus nalgas a través de la puerta sin necesidad de entrar (recién adentro y levantando la mirada se completa la imagen de esa escultura imponente y una de las más conocidas y renombradas de la historia del arte). Es en ese lugar, en otra de las salas del museo, donde se exhibe desde este sábado y hasta fines de julio la muestra Berni, Ramona y otras mujeres, que propone un recorrido por la obra del artista, ajustada a la temática de la mujer y desde diversos abordajes formales y temáticos; siempre con la impronta del compromiso social de denuncia que caracterizó casi toda su obra.
Berni, que regresa a la Argentina en 1931 y pone de manifiesto su interés por contar con sus obras lo que se ve y no se ve, o no se quiere ver, o no se quiere mostrar, concibiendo el arte como testimonio y como acción. Y en 1932, acompaña con su cámara Leica a Rodolfo Puiggros en su investigación sobre los prostíbulos rosarinos del barrio Pichincha y realiza una serie de fotografías en varios de ellos.
Con la cámara escondida capta imágenes que sirvieron a la investigación luego publicada por Puiggros -con seudónimo- en Rosario Gráfico con el título “En la atmosfera infecta del burdel extingue su voluntad la juventud”.
“Berni, debía disimular la presencia de su cámara, muchas veces ocultándola por debajo de la mesa o camuflándola sobre ella, lo que lo llevó a la concreción de fotografías con encuadres, puntos de vistas y fuera de foco que les otorgan un carácter que lo alejan de lo meramente documental. Este material fotográfico, sin duda, constituye un antecedente en el desarrollo del mundo Ramona Montiel y sirve, en el año 1980, como disparador concreto para la realización de una serie de dibujos en los que retomaba el mundo de los burdeles” describe Cecilia Rabossi, curadora de la muestra.
En la muestra pueden verse 18 tomas de esa producción fotográfica, en las que las mujeres llevan ropas ligeras y los varones saco y sombrero puestos, conversan, alguna está sentada sobre las piernas de uno, y otra, sin saberse observada, escribe quizás una carta. Por el paso del tiempo y el deterioro del material original las fotografias debieron ser restauradas y retocadas.
De Ramona, se pueden ver xilcollages, y un video sobre las ambientaciones La caverna de Ramona en la galería Rubbers (1967), El mundo anímico de Ramona en el teatro Opera (1970) y El mundo de Ramona en Expo show (1970). Con este personaje, Berni cuenta la vida de una mujer en la ciudad, pobre, que puede ser trabajadora o prostituta, que se aguanta pero que también lucha, que tiene sueños no realizados y otros un poco sí. Lo que también tiene Ramona es que seduce con esas tramas que logra maravillosamente Berni en sus vestimentas o su desnudez.
Las otras mujeres están en la presentación de la serie Obsesión de la belleza de 1976: Berni las representa voluptuosas y un poco poseídas, de manera irónica, bastante cómica y con una buena carga erótica, también: bien pueden ser sueños extendidos de Ramona, de sentimentos, de desencuentros, de lo perdido y lo añorado.el disfrute de la lectura y un baño placentero aparecen, gracias, como un derecho ganado.