“Dios la bendiga y que tenga suerte, pero es un poco triste”
-¿Te acordás de una argentina que acá saltó a la fama por decir que se había acostado con vos?
-Sí, ¿cómo se llamaba?
-Amalia Granata.
-Sí, me acuerdo. ¿No pensás que es raro?
-Sí. Pero la noticia es que en las últimas elecciones legislativas se postuló para ser diputada.
-Bueno, ese soy yo cambiando la vida de las personas y volviendo realidad sus sueños. Lo encuentro extraño. O sea, que Dios la bendiga y que tenga suerte, pero es un poco triste, porque yo no le dije a nadie que durmió conmigo.
-¿Eso pasa o te pasaba también en Inglaterra?
-Sí, pero hace mucho que no me pasa. Especialmente desde que estoy casado hace 12 años.
-¿Pero alguna llegó a casi ser representante del Congreso?
-Supongo que si Donald Trump puede ser presidente de los Estados Unidos, ella puede estar en el Congreso argentino. ¿Por qué no?
-¿Qué te genera Donald Trump?
-¿Qué te puedo decir de Donald Trump? A todo el mundo le resulta fácil atacarlo. Visto desde afuera, las cosas no se vislumbran muy prometedoras. Me da un poco de miedo que sea el líder del mundo libre, pero no sé qué está pasando detrás de escena; si está tomando buenas medidas para Estados Unidos y para el mundo. -¿Te considerás un tipo políticamente comprometido? ¿Estás al tanto de lo que pasa en tu país? -No, la política no me interesa. No confío en nadie y no le creo a nadie. Nunca he votado en mi vida. Sé que hay gente que pensará que eso es malísimo, pero hasta ahora no encontrado a alguien que me den ganas de apoyar.