Silla de aluminio (Julio Oropel)
El multipremiado arquitecto y diseñador cordobés Julio Oropel (www.juliooropel.com) tiene vocación de coleccionista de objetos: “Me encanta atesorarlos, aún más que las obras de arte. Cada vez que viajo, las tiendas de los grandes museos de diseño del mundo son una enorme tentación para mí”. Los muebles de Le Corbusier, las creaciones de Philippe Starck y las lámparas danesas son algunas de sus debilidades. Pero de su mobiliario hogareño destaca la silla Toledo del argentino Jorge Pensi.
“Es una creación de uno de nuestros diseñadores que más trascendieron a nivel mundial. El vive en España y allá, a fines de los ochenta, hizo esta silla que además de ser una de las más copiadas en el mundo, está expuesta en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA)”, cuenta. Liviana, ergonométrica, cómoda, sofisticada, simple, de terminaciones perfectas: Oropel es pródigo en adjetivaciones positivas para describir esta pieza que se luce en su casa junto a obras de arte, en un sector claro y luminoso.
“Lo bueno de los objetos clásicos es que aun siendo modernos los podés combinar con antigüedades y piezas de arte, y lograr un equilibro. Tienen una sencillez y una sofisticación que atraen a jóvenes y personas mayores sin distinción de nivel socio cultural. Y van a gustar siempre: en el futuro también”, vaticina. Aunque la silla Toledo original es un diseño que en Europa vale alrededor de 600 euros, hace dos años su creador lanzó una versión en polipropileno fabricada en China para consumo masivo.
En sus obras (entre las que hay numerosos restaurantes y hoteles trendy), Oropel siempre se preocupa por poner al menos un objeto de diseño clásico que tenga que ver con la estética y el espíritu del entorno: “Hoy hay mucha apertura, no hay reglas fijas. Las mezclas son posibles. Pero los profesionales de este ámbito siempre destacamos que hacer interiorismo no es sólo poner muebles que nos gusten y combinen: hay que que generar espacios, una magia, tener un objetivo. Yo recomiendo prestar mucha atención a la iluminación, a las paredes, al contexto, al piso. El ambiente nos tiene que contar algo”, sugiere.w