BULLOCK, PREOCUPADA
La actriz explica por qué nunca trabajó con Harvey Weinstein y alerta sobre posibles revanchas.
Defensora de los derechos de la mujer, la actriz teme que haya una ola de revancha machista en Hollywood.
Puede que la brújula le haya fallado alguna vez en su vida sentimental, pero en este caso particular su intuición no la abandonó. Sandra Bullock nunca quiso trabajar con el famoso productor Harvey Weinstein. Los rumores a su alrededor le hacían ruido. Ella tuvo su propio episodio de acoso sexual cuando empezaba en su carrera, y sobrevivió para contarlo. Dice que aquella vez prefirió hacerse echar antes de seguir soportando a esa persona con autoridad que la perseguía.
Desde entonces aprendió a cuidarse tratando de evitar situaciones incómodas. Sin embargo, le preocupa el efecto boomerang, ahora que las mujeres se animan a denunciar a sus abusadores. Le parece que está buenísimo hacerlo, obvio, pero teme que termine habiendo represalias.
Bullock reconoce que durante muchos años escuchó en su entorno una y otra vez la frase machista de que tal o cual actriz se había hecho famosa por acostarse con Harvey.
“Es obvio que Harvey quería que todos en el ambiente pensaran que las actrices hacían cola para acostarse con él a cambio de roles. Pobres, no era que ellas estaban durmiendo con él, sino que en realidad estaban siendo asaltadas por él”, se conduele.
Como cada vez que una actriz dice algo en su contra, el abogado de Weinstein salió a testimoniar que su cliente nunca había trabajado con Bullock y que no entendía por qué hablaba mal de él. El productor, que se presentó ante la corte neoyorquina por dos cargos de violación y fue dejado libre bajo fianza, usa la estrategia de negar todo.
Aunque con una lista tan larga de denunciantes, la balanza del sentido común se inclina en su contra. Todo parece indicar que le va a costar remontar este escándalo. Y eso a Sandra le parece justo.
La protagonista de Miss Simpatía, ganadora del Oscar por Un sueño posible y nominada a otro por Gravity, es una justiciera. Desde hace muchos años que pelea en Hollywood por la paridad de los salarios entre hombres y mujeres. Ella negocia bien y siempre está bien paga. Junto a Catte Blanchett, una de sus compañeras en la película
Ocean’s 8 (versión femenina de la saga que hicieron famosa George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon), vienen trabajando para evitar la disparidad y alentar la diversidad en su industria.
Pero Bullock le acaba de confesar al diario británico The Sunday Times
que teme que ante la avalancha de denuncias haya represalias de parte del sistema. Piensa que puede venir una ola revanchista en reacción al feminismo imperante.
Cuenta que en el set de la película que está filmando con John Malkovich y que estrenará en diciembre
(Bird Box) , puede sentir que los hombres de la producción están cómo atemorizados, sin saber bien cómo dirigirse a ella. “Yo les dije que pueden hacer chistes, que se aflojen un poco, pero que no se pasen de la raya porque entonces sí les va a ir muy mal conmigo”, le contó a la revista Variety.
La raya, ese dibujo en el aire que limita tu espacio personal. “Entramos en territorio desconocido con estas denuncias del movimiento #Metoo”, avisa. Convendría estar preparadas. Sus colegas la escuchan atentas y toman nota.