Porque los periodistas tenemos la culpa de todo...

Después de muchos anuncios que no terminaban de confirmarse, Tom Cruise se calzará el uniforme de piloto, se subirá a un jet y protagonizará la secuela de Top Gun. El filme se titulará Top Gun: Maverick y se estrenará dentro de 53 semanas, el 12 de julio de 2019.

La noticia del momento ya no es ésa, sino quién acompañará al astro de Misión: Imposible como protegido de Maverick.

El personaje será hijo de Goose (Anthony Edwards en el filme original, que había dirigido el fallecido Tony Scott, inmediatamente después de El ansia y antes de Días de trueno; Scott estaba preparando la secuela, pero un día antes de su reunión con Cruise sobre el proyecto, se suicidó, y el proyecto quedó stand by).

Ahora hubo una suerte de “puja” en el casting para interpretarlo entre tres actores. Uno era Nicholas Hoult (X-men: Apocalypse), otro, Glen Powell, que obtuvo reconocimiento tras el éxito de Set It Up, por Netflix.

Y el tercero, el que corría con más ventaja, era Miles Teller, sencillamente porque había trabajado en Only the Brave, la última película de Joseph Kosinski, que dirigirá Maverick. Y quedó.

“Sacaré todos los posters de Tom Cruise de mi habitación”, bromeó Powell. “OK, tal vez dejaré uno. Dos por simetría. De acuerdo, los posters se están quedando”.

Una mano lava a la otra: Kosinski llega al proyecto por Cruise, a quien dirigió en Oblivion: El tiempo del olvido, la película por la que el ex de Nicole Kidman vino por primera y única vez a la Argentina, en marzo de 2013: saludó desde la alfombra del Village Recoleta, dijo tres palabras en la sala fuertemente custodiada, y se fue.

Val Kilmer también regresa como Iceman. Obvio que no se sabe nada de la trama, pero seguramente no estarán Kelly Mcgillis (interés romántico de Cruise) ni Meg Ryan (el de Edwards, y se presume que su personaje sería la madre del de Teller). Y se especula que el plot exploraría el rol que juega un piloto en la generación de tecnología de drones. Pero el asunto es la elección de Teller. Desde que lo vimos sangrar los dedos en Whiplash, tomando como podía los palillos de la batería, soportando al maléfico profesor que interpretaba J.K. Simmons, poco menos que nos compró.

Cuando Damien Chazelle, director de Whiplash, anunció su próxima película (La La Land), dijo que Teller interpretaría al músico.

Todos sabemos que no fue así, y que Ryan Gosling terminó bailoteando por Los Angeles en la que, por unos segundos, fue la película ganadora del Oscar.

Al enterarse por su representante, y no por boca de Chazelle, Teller explotó.

Y no sería la primera vez que se mandara una bravuconada.

Teller agarró el teléfono, marcó el número del celular de Chazelle y comenzó la conversación con un What the Fuck (Qué carajo…). Ya por 2015 Teller daba que hablar. Y mucho. Se comentó que por poco no se agarró a las trompadas con Josh Trank, el director de Los 4 fantásticos, el terrible bodrio que coprotagonizó, encarnando al líder.

Y hete aquí que hay mucha gente enojada con Teller. Y, yo diría que con razón. En una entrevista que concedió para la tapa de Esquire, por 2015, Teller se muestra no solamente ambicioso, sino sumamente soberbio. Y él dice que no sobrio. Es el día de hoy que el actor de la saga Divergente (es Peter, un tipo arrogante y que se da vuelta como un guante) continúa refunfuñando sobre la “tergiversación” de esa nota.

Pero ya se sabe: es más fácil echar la culpa a los otros.

Los periodistas, me dijo en una entrevista Robert De Niro, tenemos la culpa de todo.

Pero Miles Teller es un gran actor. No es amigo de Harvey Weinstein, no acosó sexualmente a nadie -al menos hasta el cierre de esta edición-. Tiene 31 años y bien puede encabezar una nueva generación de intérpretes de amplio espectro. Cruise tenía 24 cuando estrenó la primera Top Gun.

Y a Teller el año que viene lo veremos protagonizando la serie original de Amazon Old to Die Young, de Nicholas Winding Refn. Si es que no se pelea con el enérgico realizador danés de Drive y Sólo Dios perdona. O sea.w

Miles Teller será el protegido de Tom Cruise en “Top Gun: Maverick”. Una entrevista hizo que medio planeta lo odie.