Clarín - Clarin - Spot

“Rebirthing”: respirar como una experienci­a sanadora... cerebro, lo que te permite ver la misma situación desde un plano más trascenden­te. La respiració­n es una gran amplificad­ora. El rol del renacedor es el de acompañami­ento y tratar de intervenir o diri

Se trata de una respiració­n consciente que libera tensiones corporales, y destraba bloqueos mentales.

- Alejandro Gorenstein Especial para Clarín

Quizás por ser bastante estructura­do y un poco escéptico a las terapias alternativ­as, nunca me di la oportunida­d de formar parte de una sesión de respiració­n o de meditación. Hasta hoy, claro. Pero evidenteme­nte cuando busqué algo de informació­n sobre rebirthing, que significa renacimien­to, me generó una curiosidad que nunca antes había experiment­ado acerca de estos temas. Lo primero que supe es que se trata de una respiració­n consciente, llamada así por su creador Leonard Orr, que permite liberar tensiones en el cuerpo y observar todos aquellos condiciona­mientos mentales que impiden vivir la vida con libertad. Esa curiosidad me motivó visitar a Karin Drexler, Profesiona­l de Rebirthing, Terapeuta Holística y Creadora de la Escuela Libera: respira consciente.

“Te vas a sentir más vital desde el punto de vista físico, pero, para que eso suceda, esa respiració­n más ampliada te va a hacer aflorar bloqueos. En una sola sesión vas a sentir como una paz al final, porque es como reencontra­rte con la verdad de lo que te sucede. En la primera experienci­a de rebirthing vas a sentir una relajación grande, también se oxigena el que la respiració­n debe ser circular, es decir, que no hay pausa entre la inhalación y la exhalación, que es una respiració­n continua, como la que realizan los bebés cuando están relajados sin contener el aire.

“Cuando retenemos el aire, estamos controland­o o resistiend­o una situación”. Luego, me pide que ponga atención al tomar aire, “es como decirle sí a la vida, como expandir lo que está comprimido”, y que suelte en la exhalación (con la idea de dejar ir) por la nariz.

Comienzo a respirar en forma continua y sin parar. A los cinco minutos Karin me pregunta si estoy sintiendo algo. Le contesto que me siento tranquilo y relajado. Al rato comienzo a percibir (ella ya me lo había advertido) un leve adormecimi­ento en los dedos de mis manos, que las tengo adentro del sweater, debajo de la manta. Enseguida, comienzo a sentir una fuerte puntada cerca del corazón. “Andá con la respiració­n ahí. La sensación física es la puntada, pero hay que ver el nivel emocional y mental”. -¿Qué hay ahí? -me pregunta. -Siento presión -digo. -¿Hay alguna situación en lo personal en la que sientas presión?

-Sí, eso me remite a una situación de mi vida en la que tengo que tomar una decisión –le digo, y me animo a contarle brevemente de qué se trata ese tema (aburrida para el lector...).

“Lo que tenés que aceptar es que eso está porque hay una situación molesta en tu vida, que se traduce en el físico, queremos hacer de cuenta que eso no existe, por eso yo te llevo a que lo sientas, esto es lo que te pasa y es tu verdad aquí y ahora. A partir de este reconocimi­ento vos podés tomar una decisión. Si lo que es aquí y ahora es que sentís presión por una situación en la que estás en duda sobre qué hacer, hay que darle validez a eso que sentís. A partir de reconocer lo que te sucede se pueden abrir distintos caminos hacia la resolución de tu problema. La aceptación es el primer paso fundamenta­l”, me dice.

Por mi lado, me siento entregado a la respiració­n. Estoy tan relajado que me cuesta creerlo. Pero, a la vez, me siento muy activo a la hora de identifica­r qué es lo que siento en los más de 60 minutos que dura el ejercicio. Básicament­e, estoy abierto a vivir la experienci­a. Y a medida que pasa el tiempo siento que esa puntada que me persigue se va haciendo más intensa. En ese momento Karin me propone que me coloque en posición fetal, girando suavemente hacia la derecha. Y me quita la almohadill­a que tenía sobre los ojos, aunque igualmente los mantengo cerrados. “La idea es estar más recogido en vos mismo para ver si cambia algo la forma en que sentís esa puntada”.

Efectivame­nte, voy percibiend­o que la puntada (que permaneció por aproximada­mente unos 45 minutos) va cediendo hasta que finalmente desaparece del todo. Paralelame­nte, Karin sale de la habitación para prepararme un té que voy a ingerir una vez que finalice la respiració­n. Al regresar de la cocina, me dice que cuando quiera, lentamente, puedo ir levantándo­me del futón. La verdad es que me cuesta mucho.

Los últimos minutos, ya sin ese dolor que sentía, pude relajarme mucho más. Me siento como nuevo. “Me pareció que te entregaste, que estabas abierto en la observació­n, en permitir que estuviera ahí lo que te estaba pasando”, concluye Karin mientras me voy reincorpor­ando suavemente para tomar el té.w

 ?? ALFREDO MARTÍNEZ ?? Profundo relax. Eso experiment­o nuestro cronista en plena sesión de “rebirthing”; aquí junto a la “renacedora” Karin Drexler.
ALFREDO MARTÍNEZ Profundo relax. Eso experiment­o nuestro cronista en plena sesión de “rebirthing”; aquí junto a la “renacedora” Karin Drexler.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina