“Llegué a pagar 1.500 dólares por un billete”
Desde juntar billetes falsos, que venían con una marca de chupetines, hasta gestar una de las más impactantes colecciones de billetes provincinales. Así fue el derrotero del entrerriano Diego Nazarala que, con sólo 30 años, apunta a ser uno de los notafílicos nacionales del futuro.
Su misión en este universo no es nada fácil: reunir todas las series de billetes provinciales de Entre Ríos. “Tengo unos 130 de los casi 250 que se imprimieron. Teniendo en cuenta que se emitieron desde 1853 hasta 1880, poseo un montonazo”, dice con orgullo este residente de Paraná que atiende una dietética.
Su amor por la notafilia arrancó a las 11 años, cuando se deslumbraba con las historias de la Primera y Segunda Guerra Mundial. “Empecé a juntar todos los billetes que veía que fueron emitidos entre 1800 y 1945. Llegué a juntar unos 600”, le cuenta a Clarín con orgullo.
Pero después de darse cuenta que era inalcanzable cumplir su fin, entonces de a poco comenzó a vender aquella colección alemana para centrarse en lo autóctono: el billete de la provincia que lo vio nacer.
Así, de a poco, fue juntando todos los ejemplares que fueron emitidos por los 15 bancos provincias entrerrianos. Tanto investigó y sudó para dar con rarísimos ejemplares, que está escribiendo un libro al respecto. “Entre Ríos tuvo la mayor cantidad de entidades financieras en emitir, tengo billetes de casi todos esos bancos del siglo XIX. Este trabajo que estoy armando como tesina de mi carrera en Historia incluye material aportado por el investigador numismático Arnaldo Cunietti Ferrando, con quien coescribiré el libro”, aporta Diego.
Para Nazarala, el billete importa más que el estado de conservación. “Los del Banco de Paraná son lo más fácil de conseguir ya que -sin hacer cancelación- se guardaron todas sus emisiones, mientras el resto de las instituciones procedían a incinerar los billetes en desuso”.
Pero hubo un hito que cambió el rumbo de su colección notafílica, como así también su presente financiero. “Cuando tenía unas 80 piezas, tuve la posibilidad de comprarle parte de su colección a Ro-
bert Bauman (NDR: un coleccionista estadounidense que escribió el libro Papel Moneda de Argentina, Una ventana hacia la historia
(1816-1899). Pagué 10 mil dólares por 50 billetes. Tuve que recurrir a un prestamista para cancelar esa suma”. -¿Cuánto fue lo máximo que pagaste por un billete? -Llegué a abonar 1.500 dólares. Y di con piezas únicas, que al estudiar cada banco, sabía que remanente tenían. Encontré billetes antiguos de Entre Ríos hasta en Israel. -¿Encontrás gente de tu edad interesada por el coleccionismo de billetes nacionales? -De Entre Ríos, me escribieron cinco hombres de entre 20 y 35 años. En mi tema estoy casi solo. Aparte de Buenos Aires, Córdoba es el segundo foco de coleccionistas jóvenes de billetes locales.