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La pareja más deseada de la pantalla

Estrenan “El amor menos pensado”, película sobre el dilema de un matrimonio que debe decidir si seguir o no juntos.

- Juan Tomás Erbiti jerbiti@clarin.com

Afuera el clima es hostil. Adentro no hay electricid­ad. Los dos charlan mientras fuman y ella se toma un té. Parece una escena de una película, pero están acá para hablar de El amor menos pensado, una de las películas argentinas más esperadas del año, que se estrena el próximo jueves.

Sus protagonis­tas no necesitan presentaci­ón. En este bar de Colegiales, Ricardo Darín (61) y Mercedes Morán (62) se ponen al día, se elogian mutuamente, comparten impresione­s y expectativ­as sobre el filme, y dejan evidencias de por qué hay una química que traspasa la pantalla. En clave comedia romántica, la película -ópera prima de Juan Vera, ver El amor...- se centra en un matrimonio que tras la partida de su único hijo -el famoso nido vacío- se enfrenta al dilema de permanecer o no juntos, de descubrir si queda algo de amor en ese vínculo luego de tanto tiempo.

Morán y Darín vuelven a trabajar juntos después de quince años. La última vez que compartier­on set fue en la comedia dramática de Juan José Campanella, Luna de Avellaneda. Acá, como en aquella, hay tanto de humor como de reflexión. Ambos dejan en claro que no es una comedia liviana.

“La película juega un poco con la fantasía de qué ocurre con tu vida cuando te separás. Pero no por eso esquiva reflexione­s o análisis más profundos. Ahí es donde está la clave de la posible identifica­ción con la audiencia. Normalment­e cuando la gente se separa, pasan a odiarse o a hablar mal uno del otro; y a pelearse por pelotudece­s materiales. Acá se flirtea un poco con eso humorístic­amente, pero la mirada está puesta en otro lugar”, analiza Darín, que aquí se estrenó también como productor.

“A mí me interesa la pregunta que se hace la película. Todo aquel que ha tenido una relación larga, hay un mo-

mento donde se pregunta si lo que los une es amor, si es una amistad íntima, si son los hijos. Y en la contestaci­ón de esa pregunta está el humor presente todo el tiempo, está corrida de cualquier tipo de solemnidad, o de indicar cómo deberían ser las cosas”, agrega Morán. -¿Cómo trabajaron el vínculo entre ustedes?

-Darín: Todos hablan de la química que hay entre Mercedes y yo, cómo se llevan, cómo están en pantalla y demás. Más allá de que químicamen­te podemos tener afinidades, eso también merece un trabajo.

-Morán: Teníamos clarísimo que si no podíamos construir ese vínculo, la película no podía existir. Y para construirl­o, intervenim­os en las escenas, en la respuesta del otro. Hay un ida y vuelta muy horizontal al cual Juan (Vera) también se mostró permeable, lo cual es fundamenta­l.

-Darín: Sí, lo volvimos loco. -¿En qué sentido?

-Darín: En el sentido de que hay una distancia entre la palabra escrita del guión puesta en pie con los actores. A veces las frases sobran porque basta con una mirada, sobre todo si tu objetivo es construir una relación. Entonces hicimos un trabajo de afinar la credibilid­ad, la verosimili­tud de una situación. Porque de eso se trata que finalmente creas o no en el vínculo. -¿Cuánto dirían que hay de Marcos y de Ana en ustedes?

-Darín: Yo creo que este libro ha sido escrito para ella...

-Morán: Algunas partes (risas). Creo que en todos los trabajos que hacemos hay mucho de nosotros. No hemos tenido que construir personajes tan en las antípodas. Aún cuando sucede eso, uno siempre tira de la piola de aquello que no desarrolló, que dejó escondido, que oculta. -Se podría pensar en que conforman una dupla que asegura un éxito. ¿Creen en ese axioma? -Darín: Yo no.

-Morán: Si fuera así...

-Darín: Sería una ciencia exacta. Y nunca lo es. Hay sobrados ejemplos de que no funciona así. Lo que pasa es que los dos tenemos un camino andado. Si se alinean los planetas y tenés una historia como esta, todo te hace presuponer injustamen­te que tenés un plus, un handicap. Y está bien que sea así, porque es una puesta a prueba más. Siempre estamos dando examen, tratando de no defraudar esas expectativ­as que sabemos que se generaron.

-Morán: Eso a veces te pesa un montón. Sabés que el cine es eso: generar expectativ­as.

-Son los primeros en estrenar en un mes plagado de tanques nacionales como “El Ángel”, “Mi obra maestra”. ¿Es contraprod­ucente que haya tantos estrenos en un mismo mes?

-Darín: Sí, profundame­nte contraprod­ucente. Mirá el caso de Mercedes, que estrena ahora y a la semana estrena El Ángel, fantástica película, por otra parte. Te toca lidiar con ese tipo de cosas y es lamentable, pero es como están dispuestas las cosas.

-El lado positivo es que son películas muy distintas entre sí.

-Morán: Yo creo que las tres películas no compiten entre sí. Son muy diferentes. Tengo la esperanza de que esta inercia que tiene el espectador argentino de ver películas nacionales se pueda romper. Si va a ver una y le gusta, tal vez quiera ir a ver otra. -Darín: En ese caso se van a beneficiar mucho los que vengan detrás nuestro... que son todos (risas). Lo que se complica es el tema del espacio y el bolsillo. Pero ojalá se dé ese axioma que se produce también en el teatro, cuando salís de ver una obra que te gustó y querés ver otra. Ese es el único aspecto positivo de una cosa un poco traumática.

-¿Creen que hay un espectador argentino de comedia romántica?

-Darín: No precisamen­te. No es un género muy curtido. Por eso nos movilizó mucho la posibilida­d de hacer esta. Además, si hay un género romántico, normalment­e estás hablando de gente de entre 30, 35 como tope. Los de 40 ya son otra generación. Y en este caso, ni hablar. Es poco frecuente el caso.

-¿Cómo están viviendo este momento del cine argentino, en este contexto de disminució­n de espectador­es y de cambios en las políticas del INCAA y en el sistema de subsidios?

-Darín: No sé. Hay que interioriz­arse bien. Por supuesto que todo lo que sea recortar presupuest­o en términos de cultura, no cuenten con mi voto. No sólo en el cine. Y ni hablar de lo que significa la ciencia. Yo entiendo la actualidad económica de un país y puedo estar o no de acuerdo. A lo que no adhiero es a que el recorte vaya por el lado de la cultura. Porque eso es lo que va a quedar, es lo que nos muestra en el mundo mucho más que otras cosas. Y porque, además, hay una cantidad de gente que se queda sin trabajo. -Morán: Es un sentimient­o raro el ser tan reconocido, que las películas y el talento argentino tengan presencia en festivales, y que acá se siga pensando en que no es una inversión redituable. Cuando en realidad, lo cultural es la base de todo

 ?? MARIO QUINTEROS ?? Taquillero­s. Darín y Morán suelen atraer espectador­es a los cines, pero ellos prefieren no dar por sentado nada. Y se apenan por tantos estrenos nacionales juntos.
MARIO QUINTEROS Taquillero­s. Darín y Morán suelen atraer espectador­es a los cines, pero ellos prefieren no dar por sentado nada. Y se apenan por tantos estrenos nacionales juntos.

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