“Los años que transité con Spinetta fueron de una inspiración enorme”
Cantó en el Parakultural, fue coach vocal del “Flaco”, y tras superar una enfermedad vuelve al ruedo y prepara disco.
Grace Cosceri vive un renacer artístico que le permite reanudar su carrera de cantante y compositora. Debió luchar contra una enfermedad que además de quitarle movilidad le sumaba un persistente dolor. “Hace cuatro años que no tengo dolores ni tomo corticoides, y hoy me siento fuerte para continuar con mi proyecto con el pianista Mariano Agustoni”, señala la cantante, que se presentará mañana y el 5 de agosto, en Virasoro Bar.
Comenzó su carrera cantando blues en el Parakultural en los años '80, pero por entonces era Graciela Mescalina; luego lo hizo en dúos y también fue docente de canto y vocal coach de Luis Alberto Spinetta. Su voz tiene un delicado melodismo con un toque levemente aniñado, que según advertía el Flaco, “te atraviesa el alma”.
Describe su “sanación” como el resultado de un cambio profundo. “Tenía un carácter muy intenso, reactivo, que evidentemente no me ayudaba a transitar mi enfermedad”, explicó Cosceri.
-¿Cómo fue tu recuperación?
-Estaba inmovilizada y con muy fuertes dolores que no me permitían hacer casi nada. Tengo una artritis irreversible a la que se le fueron sumando dolores, cada vez más intensos, y una dermatitis que complicaba todo aún más. Empecé la Escuela de Intuición, donde desarrollan la enseñanza de valores, y lo primero que debí hacer fue trabajar conmigo, con mis resentimientos, miedos y fantasías. Al poco tiempo
de estar cursando tuve una dermatitis eritro-dérmica y terminé en un hospital donde se me cayó la piel, literalmente. Hice un cambio de piel y desapareció el dolor. Podría definirlo como un salto cuántico, ya que la ausencia de dolor y la mejora en mi piel me permite tener una mejor calidad de vida y volver a desarrollarme artísticamente, con más ganas y paciencia que nunca.
Y sigue: “Me conecté con Graciela niña. Esta reconstrucción me hizo sentir bien conmigo. Sentí un cambio hasta en lo estético. Estuve cautiva 32 años y ahora estoy conmigo. La Escuela de Intuición fue esencial en este cambio”, cuenta la artista.
Hoy, Cosceri está lista para reanudar su historia musical y con material cantado en castellano. “Luis siempre me pedía que cantara en mi idioma. ‘Cantá en castellano –decía el Flaco-, porque cuando vos decís las cosas atravesás las almas’”, recuerda Cosceri, aunque admite que no dejará de cantar standards.
“De todos modos, empecé a conectarme de otro modo al cantar en castellano, y sentí que podía pronunciar sin acomodarme a los clichés. Los nueve años que transité con Luis fueron de una inspiración enorme. Luis cantaba con una sustancia única, era absolutamente genuino”, agrega la cantante.
-¿Cómo te convertiste en la vocal coach de Spinetta?
-En su concierto en MTV, en Miami, en 1997, él hizo un trabajo con un coach que usaba un método que le gustó. El Mono le contó que en Buenos Aires lo hacía yo, aunque los que inicialmente se entusiasmaron fueron los Illya Kuryaky, que estaban por grabar un disco y me con- trataron. Empezamos en Circo Beat y seguimos en la casa del Flaco porque se había acabado la plata. Ahí lo conocí, y cuando terminé me pidió que le hiciese coaching para el disco Los ojos, con Los Socios del Desierto.
-¿Fue difícil trabajar con él?
-Yo decía: ‘¡Qué locura! No escucho que necesite nada’. Pero nos pusimos a trabajar. Así descubrí que tenía un escape de aire entre las cuerdas vocales. Había factores como el cigarrillo, 40 años de carrera, incontables conciertos , grabaciones infinitas que desgastan, y él se quería sentir más cómodo.
-¿Qué destacarías del vínculo que mantuvieron?
-De alguna manera, nunca esperé que Luis lograse que yo me abriera, y así salieron confesiones impensadas para mí. Coincidíamos en cómo ver el arte.
-Un momento con él, ¿cuál sería?
-Sentada en las primeras filas, cuando cantó en Las Bandas Eternas, cinco horas en un noche fría de diciembre. Esa noche me acosté pensando que todo tuvo sentido. Era una felicidad compartida.
-¿Hay un disco en camino?
-Sí, lo estamos haciendo con Mariano Agustoni. Tenemos algunas bases listas, a las que todavía no le puse la voz. Es un disco que transita la calma, una música saludable. Creo que lo grabaremos en septiembre, y ya tenemos el nombre: Equalf.
-¿Cómo serán tus conciertos?
-Una primera parte tendrá standards poco transitados, y en la segunda parte habrá canciones originales. Hacemos Jazmín (“Mi jazmín en tu cristal/ es mi jazmín igual”), que compuse hace unos años cuando vi a esa joven alemana que el padre la había tenido secuestrada veinticinco años y que logró escapar. También un tema de Gismonti, otro de Luis, a capella. Somos un dúo en donde hay mucho espacio y nos entendemos de manera excelente. En el escenario producimos un ensueño.w