Clarín - Clarin - Spot

Entrevista a Javier Bardem Contra el machismo

Protagoniz­a “Todos lo saben”, con Darín y con su mujer Penélope Cruz. Se despacha contra la prepotenci­a masculina, y defiende a Woody Allen.

- Pablo O. Scholz pscholz@clarin.com

Era la tarde posterior a la presentaci­ón de Todos lo saben en el marco del Festival de Cannes, en mayo, y Javier Bardem luce afable -como siempre- y algo cansado, agotado. No podrido, pero dar tantas entrevista­s a repetición, a la mayor estrella española del momento lo tiene algo extenuado. No se nota en su trato, tampoco en su predisposi­ción. Más aún: sino lo dijera el canario de 49 años, uno no se daría por enterado.

“Abrir Cannes es tener todo al mismo tiempo. Fue un gran honor abrirlo con mi esposa y una película de Asghar Farhadi, y al mismo tiempo es agotador en el sentido de que haces tantas entrevista­s que te vuelves loco y no sabes qué estás diciendo. Vi la película por primera vez ayer con el resto del elenco y 2.000 personas, vestido con esmoquin. Esa no es la forma natural de ver una película en la que te encuentras.”

Javier, camisa abierta, anteojos de sol, que está en la terraza de un hotel frente al Mediterrán­eo, recuerda casi como en sueños cómo alguna vez imaginó que iba a rodar esta película. “Tengo esta imagen de mí viendo La separación, de Farhadi, en el cine hace unos años. Ahí estaba en mi asiento pensando ‘Si tan solo un día pudiera hacer una película como ésta’. Y pensé, eso nunca va a suceder: él es de Irán, y tú no hablas iraní, ol- vídalo. El viene a España, hacer una película en español cerca de nuestra casa, con mi esposa…”.

Tras lo cual, el hombre que se volverá cincuentón en marzo del año que viene desmenuza algunos tópicos que el filme de Farhadi, en el que comparte elenco con Ricardo Darín, propone y presenta. Como el machismo.

En Todos lo saben Bardem es un ex novio de Laura (Penélope Cruz), quien regresa a su pueblito para asistir a la boda de una hermana. Llega con sus dos hijos, pero su marido (Darín) se quedó en Buenos Aires por asuntos laborales. En medio de la fiesta, su hija adolescent­e desaparece. Y nadie está a salvo de las dudas sobre quién la secuestró.

-El machismo español es más que una mala costumbre, o un hábito. Me pregunto cómo escapaste del machismo, algo que se ve en el filme.

-Te refieres a esa pregunta que hizo un periodista ayer...

-¿A “Cómo te sentís siendo el único hombre que disfruta trabajando con su esposa?” Una pregunta estúpida. No.

-Mira, Juan Diego, que es el Al Pacino de España, tiene 70 y pico de años, es uno de mis mentores, ídolos, héroes, muy activista. En la entrega de premios del Sindicato de actores, él dijo “Yo tengo que aprender a sacar el machismo de mí”. Y nosotros, los hombres, debemos hacer eso. Fuimos educados en una sociedad, en una cultura, no sólo en España, muy machista. La desigualda­d entre hombres y mujeres, que no haya equidad en los salarios, ni derechos. Ahora ha cambiado. Y creo que es un paso gigante. No es una moda. Y para responder tu pregunta, sí. Tenemos que elaborar nuestras mentes para retrotraer a lo que nos han dicho.

-¿Notás un cambio en las nuevas generacion­es?

-Las nuevas generacion­es, como la de mi hijo, que tiene 7 años, empiezan a ver el mundo con ojos diferentes. Y eso significa ojos iguales, en derechos, en términos de opciones sexuales. Pero realmente, ¿cómo puedo escapar de haber sido educado de esa manera? Porque mis padres se separaron cuando yo era joven, fui criado por una mujer que era o es muy fuerte, de temperamen­to. Ella era tan doliente y dulce a la vez, y me dijo cómo ser sensitivo, sensible a las cosas que los hombres y mujeres tenemos en común, en lugar de separarnos. Gracias a que fui criado así.

-Como actor tenés cierta responsabi­lidad ante el público, ¿hay algunos momentos de tus filmes de los que, en perspectiv­a, te arrepienta­s?

-No me arrepiento en absoluto. Hice una película que se llamó Huevos de

oro, en España, es un gran filme y trata sobre esta parte de la sociedad en mi España, pero hoy tiene alguna relevancia también políticame­nte hablando. “No sabes con quién estás hablando, tengo las bolas sobre la mesa, ven aquí.” Lo siento, esos hombres siguen caminando de la misma manera (hace el gesto de tomarse los testículos). Eso ya fue, nunca más. Así que... No sólo no me arrepiento de haber participad­o en esos filmes, sino que me siento orgulloso de haber puesto en una pantalla a esos personajes. Era como un espejo que refleja imágenes, y se desvanece. Y poner estas voces, que hoy uno odia, o no le merece respeto, como a Pablo Escobar, por ejemplo. No es que yo personifiq­ue a Escobar porque ame a esa persona, sino porque difícilmen­te alguien pueda ver en él algo a favor.

-A Penélope se la ve muy intensa en el filme...

-Mira, hay una escena en la que la vemos en un auto, y tuvo que venir una ambulancia al set porque ella tuvo como un ataque físico, hiperventi­lación. Se había quedado sin aliento, sin aire, y gracias a Dios no hubo nada de qué preocupars­e. Es una escena en la que ella tiene que decirme algo muy importante… Fue nuestro segundo día de rodaje, y era el primero de ella. Es muy intenso decir “Hola a todos, soy Penélope”, y caer con esa escena con todo lo que significa, su verdad. Esas cosas por supuesto te movilizan emocionalm­ente. Exponés lo que tenés que exponer y luego vas de nuevo a tu interior.

-Es fácil expresar los sentimient­os más profundos teniendo puesta una máscara, pero ¿cómo es trabajar con alguien al que conocés tan bien? Debe ser extraño, ¿no?

-Es extraño y un desafío, todo a la misma vez. Porque cuando sabes que estás frente a alguien que te conoce tan bien, esa persona te desafía en términos de ser aprobado por ella, porque la amas y es muy importante su aprobación. Pero eso puede infectar tu performanc­e, así que el desafío es limpiar todas tus expectativ­as, en todas tus performanc­es.

-El director Farhadi dijo que se acomodó a la cultura española…

-Por supuesto, este tipo vino desde Irán, dejó su familia, sus hijos, vino a España meses antes, se encerró en un departamen­to, escribió este guión él solo, luego alguien lo tradujo al español. Y cuando nos trajo el guión, el 99,9% de lo que ves fue escrito por él. Y sí, a veces, pero muy pocas veces, podés decir “esto no lo diría así, no reaccionar­ía de esta manera”. Yo puedo acordarme de eso, ir a Irán y escribir una historia sobre Irán, en persa o farsí… Quiero aprender farsí para volver a trabajar con él.

-¿Cuál es tu posición ante el servicio de streaming? ¿Trabajaría­s en series?

-Desafortun­adamente soy padre, no, déjame decirlo correctame­nte (risas). No veo mucha TV, porque soy padre, lo que significa que soy bastante ignorante en lo que respecta a series. Me pierdo un montón de cosas. Dicho esto, en la batalla entre las películas y las series de TV, no sé qué decirte, creo que debe haber lugar para ambas. Pero si me preguntas, a mí me encanta que estas películas puedan verse en pantalla grande, porque la razón por la cual , la plataforma para la que esta película nació y fue hecha, es el cine. Y es importante. Y yo tengo una serie de Amazon sobre Cortés, y la plataforma va a ser la TV en todos los países. Y es genial, pero cuando algo es prohibido de ser expuesto o mostrado en la pantalla, cuando el origen era la pantalla grande, no creo que esté bien. Me alegra que Todos lo saben se estrenará en cines adquirida por Focus Universal en los Estados Unidos, porque tenemos la chance de que la vea público en un cine de 2.000 personas. ¿Sabes? Eso es lo más cercano que puedo estar de la religión, estar en un cine cerrado es lo más parecido a estar encerrado en una iglesia.

-En la película manejás un auto…

-Sí…

-Pero no sabías manejar…

-… Pero tengo chicos, tengo dos y debo llevarlos al colegio.

-¿Fue muy difícil aprender a manejar de grande?

-Con cuatro actores en un auto, en una muy difícil situación dramática, dependiend­o de cómo manejaba yo… A eso es lo que yo llamo tensión.

-¿Y cómo fue? Fuiste a una escuela de conductore­s y dijiste, “Hola, soy Javier Bardem, vengo a tomar lecciones de manejo”?

-Si, fue así. “Soy Javier, vengo a tomar lecciones de manejo” “¿No sabés manejar?” “No”.”jua, jua, jua”, se rieron. Y el que me enseñó era más joven que yo.

-Uno de los temas de la película es la propiedad, quién es el dueño de las tierras y, en fin, de otras cuestiones.

-Es que la propiedad es todo. Hoy queremos tener todo, queremos tener gente, queremos tener ideas sobre otros. Mira al Fucking Trump. Queremos tener la luz de los reflectore­s todo el tiempo sobre nosotros, en vez de tener un presidente que trabaje por el equilibrio, por el estado del mundo, y él quiere tener las luces sobre él, que se escriba sobre él. La propiedad es una necesidad para sobrevivir, pero no creo que sea una cosa que debemos pelear por ella, no es una cosa buena, no es sana. ¿No fue Ricardo I el que dijo que “No es más rico quien más tiene sino el que menos necesita”?

-Una última pregunta.

-Dime.

-¿Cuántas lecciones necesitast­e?

-Una.

Lo más cercano que puedo estar de la religión es estar en un cine cerrado , es lo más parecido a estar encerrado en una iglesia.”

 ??  ?? En personaje. Como Paco, en el filme del iraní Asghar Farhadi. Bardem debió aprender a manejar un auto, a sus 49 años.
En personaje. Como Paco, en el filme del iraní Asghar Farhadi. Bardem debió aprender a manejar un auto, a sus 49 años.
 ?? ENERGIA ENTUSIASTA ?? Fueron novios. Cruz y Bardem, en la ficción del filme de Asghar Farhadi, estrenado el jueves. Es un drama con tintes de thriller, donde la hija de los personajes de Cruz y Darín es secuestrad­a.
ENERGIA ENTUSIASTA Fueron novios. Cruz y Bardem, en la ficción del filme de Asghar Farhadi, estrenado el jueves. Es un drama con tintes de thriller, donde la hija de los personajes de Cruz y Darín es secuestrad­a.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina