Un ciclo para no olvidar
Hoy, la TV Pública estrena esta serie documental en conmemoración del Holocausto.
Este año se cumplieron treinta ediciones de la Marcha por la Vida, un programa internacional que involucra a ciudadanos de 52 países y que consiste en un viaje de conocimiento y conmemoración del Holocausto. La delegación argentina 2018 contó con ochocientos participantes, de los cuales 550 fueron adolescentes: la miniserie documental #Marcha, que se estrena hoy a las 21 por la TV Pública, muestra la experiencia de los chicos en esa recorrida.
El ciclo, dirigido por Marcos Gorbán, refleja las vivencias y reflexiones de un grupo de jóvenes en ese viaje de estudios por Polonia e Israel. Son ocho adolescentes de distintas religiones que van a donde estuvo el Gueto de Varsovia, los campos de concentración de Auschwitz, Birkenau, Majdanek y Treblinka, así como Jerusalem y sitios significativos de Israel.
En cada uno de los tres capítulos de #Marcha, se ve cómo los estudiantes van construyendo, con su propia mirada, el relato personal sobre una de las mayores tragedias del siglo XX. En cada episodio, además, entrevistarán a sobrevivientes de Auschwitz que viven actualmente en la Argentina: ellos comparten con los chicos sus recuerdos en primera persona, para mantener viva la memoria.
“Vamos a hablar de resistencia, de identidad, de memoria y de paz desde la mirada de los adolescentes. Esta vez van a ser ellos los que les cuenten la historia a los adultos. Las preguntas van a estar en sus manos”, indicó Gorbán, director del equipo de siete personas que registró el viaje de los estudiantes. Mario Borovich, Victoria Bornaz y Luciana Rodrigues Cunto escribieron junto a él el guión del programa, que fue realizado por Sinapsis Producción, FB Group y el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, y especialmente hacia su final, los nazis evacuaron varios campos de concentración sometiendo a los prisioneros a largas caminatas a través de la nieve y viajes en trenes con vagones para ganado. Cuando en 1944 y 1945 se vieron acorralados por los aliados, decidieron acelerar las matanzas, a la vez que borrar las huellas y trasladar a los prisioneros hacia otros campos. Muchos de ellos, debilitados por el hambre y el frío, murieron en el camino. De ahí que esas peregrinaciones fueran conocidas como Marchas de la Muerte.
En abril de 1988, cientos de personas llegaron a Polonia desde otros países de Europa y de América para caminar los tres kilómetros que separan Auschwitz de Birkenau. Esa fue la primera Marcha por la Vida, hecha con el objetivo de homenajear a las víctimas del genocidio, rescatar el valor de la memoria, resignificar el espacio, hablar de identidad, resistencia, paz y justicia. 30 años después, unas quince mil personas participaron de esta conmemoración.