“No me molesta no haber ganado un Oscar”
El actor de “Perros de la calle” recuerda el rodaje en la Argentina de “El último hombre”, que estrenó este jueves.
Con el dólar rozando los $40, suena descabellado. Pero hace dos años Harvey Keitel estuvo en Buenos Aires filmando El último hombre, filme de ciencia ficción donde interpreta a Noé, un profeta del apocalipsis. Ahora está al volante de su auto, volviendo de Canadá a Nueva York junto a su mujer, la canadiense Daphna Kastner, y habla maravillas de la experiencia.
“Fue uno de los mejores equipos con los que haya trabajado. Rodrigo Vila puso todo su corazón en esta película. Me emocionó su trabajo. Sonido, maquillaje, vestuario, cámaras, resto del elenco: todos los departamentos estuvieron tan involucrados como lo estuvo Rodrigo en la escritura de la historia. Me dieron mucho más de lo que podría haber pedido. Y eso hizo que me compenetrara muchísimo en el rodaje”. De su paso por la ciudad recuerda la comida; admite que no conoce nada de cine nacional.
En la pantalla, los 79 años no se le notan: “Trato de comer sano. Corté el azúcar y el café, hago ejercicio diariamente. Ese es el secreto”. En 2017 se cumplieron 50 años de su debut, de la mano de Martin Scorsese en ¿Quién golpea a mi puerta?. Su sociedad con el director de Buenos muchachos fue prolífica y le dio un gran impulso a su carrera .
“Supongo que haber crecido en Brooklyn, en un ambiente de clase trabajadora, me ayudó a interpretar esos papeles de tipos duros que tan seguido me tocaron”, dice
-En “El último hombre” alguien dice sobre Noé, su personaje, que le deberían dar un Oscar. ¿Le molesta no tener uno?
-Los premios son importantes porque te permiten conseguir más trabajo, y hace que los que vienen detrás te respeten. Pero no, no me molesta no haber ganado ningún Oscar.
-¿Cuál de sus papeles piensa que merece un Oscar?
-¡Todos!
Keitel se ríe y agrega que no puede revelar cuál de sus películas es la favorita: “Si contesto, una cierta cantidad de gente podría dispararme. Tuve mucha suerte de trabajar con unos cuantos grandes directores. Los conocés a todos: ya hablamos de Scorsese, pero también estuvieron Jane Campion (La lección de piano), Lina Wertmüller (Camorra), Ridley Scott (Los duelistas, Thelma & Louise), Tarantino (Perros de la calle, Pulp Fiction), Abel Ferrara (Un maldito policía). La verdad es que estoy agradecido a la vida. Tuve buena suerte”.
Con Tarantino la historia es particular: además de interpretar a Mr. White, Keitel fue uno de los coproductores de Perros de la calle y jugó un rol importante para que él pudiera filmar su opera prima. “Nadie lo conocía ni quería darle dinero. Yo había leído el guión, y dije que no la haría a menos que él la dirigiera”.
Claro que también tuvo un par de malas experiencias, al punto de que se hizo fama de tipo difícil. Una de ellas fue con Francis Ford Coppola, que lo reemplazó por Martin Sheen poco después de empezado el rodaje de Apocalypse Now: “Yo era el único con experiencia militar en ese set. El quería que yo usara casco en una escena, pero le dije que eso no tenía sentido: las fuerzas especiales no los usan, porque si se caen hacen ruido. No me dijo nada en el momento, pero después pasó lo que pasó. Ahora somos amigos, y nunca más hablamos del tema”.
-¿Se siente mejor actor ahora que en su juventud?
-¡Estoy en mi juventud!