Un tesoro argentino con el que se puede aprender
¿Qué es eso que nos hace ser verda deramente argentinos? ¿Es el mate, el asado, los gauchos, el Martín Fierro? ¿Son las tertulias, las empanadas, el Cabildo?
Todas esas preguntas viene a responder el Museo Viajero, una compañía fundada en 1995 que, con una propuesta novedosa, se propone rescatar el pasado argentino a través del teatro.
Dirigida por Fabián Uccello, historiador, actor y director teatral, también participan Héctor López Girondo, titiritero del San Martín, actor, director de teatro, y Raquel Prestigiacomo, licenciada, profesora de Letras y docente de la UBA.
A la fecha, ya han estrenado con éxito más de 25 obras, que se reponen constantemente, a las que llaman comedias históricas. Con ellas, buscan acercar a los más chicos a esos datos curiosos y a los relatos desconocidos del pasado, que hoy conforman nuestras tradiciones y cultura.
“Las obras ya recorrieron más de tres mil escuelas y fueron vistas por alrededor de 1,5 millones de espectadores”, cuenta Uccello.
Ahora presentan un nuevo trabajo, El Tesoro Argentino, donde abordan temas como el curioso origen de las bombachas del gaucho actual, el chiripá, el mate y su pasado aborigen, el Martín Fierro y el nuevo lector, entre otros.
La técnica utilizada -para esta obra como para las demás- es la del teatro adentro del teatro. Así, empieza cuando el director del museo les propone a sus ayudantes, los Gutiérrez, una pieza sobre las tradiciones. Intrigados por su título, estos disparatados personajes deciden emprender la búsqueda del tesoro, encontrando en cada escena pistas que los lleven a develar dónde se encuentra.
“Al utilizar esta técnica logramos que los chicos estén muy atentos a lo que pasa en escena, porque les llama mucho la atención -explica el director-. Usamos vestuarios de época, distintas escenografías, baile, música, incluso hasta títeres. El objetivo principal es entretener, pero también que a los chicos les resulte útil para aprender sobre las tradiciones de nuestro país. Además, muchos docentes lo utilizan como contenido para sus clases. Ya fuimos a muchas escuelas, y cuando termina la obra, los chicos se acercan a los actores, fascinados. Ellos quieren hacerles mil preguntas. Ésa es la inquietud y participación que queremos generar”, concluye Ucello.
Una obra que entretiene y enseña la historia argentina.