Rock en miniatura
El grupo lleva su fiesta hoy a Ciudad Konex, para no parar de bailar y cantar en su último show del año.
“No hacemos diferencia entre la música para chicos y la música para grandes”, dice Panceta, “Pance”, para los amigos, líder y guitarrista del grupo de rock que lleva su nombre.
Nacidos en Vicente López en 2010, los hermanos Panceta y Macana se proponen divertir y hacer bailar y cantar a los más chicos, sin subestimar su capacidad de disfrutar de la irreverencia del rock and roll.
Y lo cierto es que ya son todas unas estrellas: tienen tres discos en el mercado, un piloto de TV, juegos online y un mini ejército de fans que los sigue a donde quiera que vayan.
Sin embargo, ellos no se comen la fama: “Todavía no sentimos que estamos arriba. Nos encanta lo que ha- cemos, dedicamos nuestra vida a esto, pero realmente nos falta muchísimo recorrido para llegar a lo que nos gustaría”, cuentan, llenos de ambición.
Sus espectáculos se sitúan en Rockavilla, la isla donde viven Panceta y Macana, los hermanos Papafritas, que conducen un programa de television llamado “Rockavilla TV”, y son miembros de una banda de rock muy conocida.
En esta ocasión, la banda celebrará el “Día de los Zombies”. Los Papafritas deciden comenzar su show, pero su jefe, el director del programa, interrumpe y les prohíbe hacer todo lo relacionado con cosas de terror. Así es cómo Los Papafritas se encontrarán en la encrucijada de rebelarse u obedecer. Como si fuera poco, el mega villano Edmundo Fonseca intentará por todos los medios arruinar su programa.
En escena, utilizan los recursos de la música en vivo, los videos, el teatro y el clown. Su estilo se asemeja al rock nacional, y hacen uso de la guita- rra, el bajo, la batería, los coros y, a veces, el saxo y las teclas. El objetivo, según cuentan, es captar la atención de los chicos con estos cambios de ritmo constantes.
“Para nosotros, el rock es una forma de expresión y de libertad. Eso es lo que más atrae a los chicos, que sienten esa energía en la música. Pero también convoca a los grandes, es un show que une a las dos generaciones. Quien viene a nuestro espectáculo tiene la diversión asegurada”, presume Pance.
Convencido, asegura que lo mejor que le dio la banda es poder vivir sin trabajar: “Esto no es un trabajo, es jugar con los chicos, es ser feliz. Estamos fascinados con el afecto que nos demuestran los pibes en cada uno de los shows. La devolución del público es increíble”.
Panceta y Los Papafritas cierran el año hoy, en Ciudad Konex, Sarmiento 3131, a las 15. Las entradas están disponibles por $270. El grupo, mientras tanto, ya tiene la cabeza puesta en su cuarto disco.