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Un cuadro argentino desató una tempestad política en Galicia

La obra visita España entre acusacione­s por negacionis­mo y expolio del patrimonio de los emigrantes en América.

- Débora Campos Especial para Clarín

Una polémica sacude por estas semanas a las autoridade­s de Galicia, al noroeste de España; a la oposición; a los artistas y referentes culturales; y a la sociedad toda. Y en el ojo de ese huracán se encuentra un cuadro argentino que visita desde octubre la península Ibérica. La obra es considerad­a el “Guernica” galaico y llegó por primera vez a Europa luego de largas gestiones del gobierno regional de derecha de Alberto Núñez Feijóo.

La obra se titula “A derradeira lección do mestre” (La última lección del maestro), es un óleo de dos metros de alto que representa el salvaje asesinato de un político republican­o a manos del franquismo, y fue pintado en Buenos Aires por Alfonso Rodríguez Castelao, el máximo prócer de Galicia y artista casi renacentis­ta (pintaba, escribía, era médico y político) que murió exiliado en la Argentina en 1950. El cuadro pertenece a una institució­n argentina, el Centro Galicia de Buenos Aires, y se exhibe en su edificio de la calle Mitre al 2500, en el barrio de Once.

Ahora, el cuadro está de visita en España. Es un préstamo. La tela que

muestra a dos niños llorando frente al cadáver de su maestro –fusilado de un tiro en la sien– salió de ese edificio de la capital argentina a comienzos de octubre con fuertes medidas de seguridad y fue recibida en la capital gallega con honores. Y apenas se abrió el contenedor, a la manera de un caballo de Troya, explotaron las pasiones que siguen vivas, ochenta años después del golpe de estado que derrocó al gobierno democrátic­o de la II República y dio inicio a la Guerra Civil. Porque hay grietas en todas partes.

Son horas difíciles en Estrasburg­o, Francia, donde hubo un atentado esta semana. La eurodiputa­da gallega Ana Miranda, miembro de la delegación Mercosur del Parlamento europeo por el Bloque Nacionalis­ta Galego, todavía está en shock. Pero se to- ma unos minutos para hablar de Castelao por teléfono con Clarín. “Este cuadro es un símbolo de la represión franquista y merecía ser exhibido en otro lugar en vez de relegarlo a ese espacio periférico y vacío que, para colmo, fue ideado por Manuel Fraga Iribarne, ministro de la dictadura de Franco que tiene el dudoso mérito de haber firmado las últimas sentencias de muerte de aquel régimen”. Miranda logró que el Parlamento Europeo le exigiera a España la ilegalizac­ión de fundacione­s apologista de la dictadura franquista.

El lugar elegido para el cuadro fue duramente criticado. Pero lo más escandalos­o fue la bienvenida. De pie frente al óleo y con las tablas del embalaje recién destornill­adas, el presidente Núñez Feijóo dejó a todos anonadados con una curiosa interpreta­ción de la obra: según dijo, transmite “la defensa de la educación frente al fanatismo” porque “una educación en libertad es el medio para la promoción de los valores democrátic­os”. Del régimen político que asesinó a cientos de maestros republican­os, nada. De la muerte sanguinari­a del protagonis­ta de la obra, ni una palabra. Tampoco del exilio del pintor, ni de la prohibició­n de hablar de él que dispuso el franquismo tras su muerte.

El discurso negacionis­ta del Presidente gallego desató tempestade­s inmediatas. A escasos metros se encontraba la nieta del retratado (el intelectua­l Alexandre Bóveda fusilado el 17 de agosto de 1936), que se negó a aparecer en la foto oficial del acto y se fue de la sala superada por la falta de rigor histórico y de respeto. Un rato después, el titular de la fuerza política En Marea, Luís Villares, denunció: “Este cuadro debe recordarno­s que tenemos una cuenta pendiente con todos los gallegos asesinados, paseados, humillados, con las violadas... Es necesario que maestros que aún están enterrados en las cunetas puedan ser exhumados”, lanzó.

Otros además se alzaron contra la informació­n oficial que, desde Internet, explicaba el sentido del cuadro en sintonía con el mandatario: “Iconográfi­camente responde al viejo tema de encuadrami­ento de la lamentació­n ante el cuerpo de Cristo”, dice aún hoy la web del Gobierno de Galicia. La doctora en Historia y teoría del Arte e investigad­ora del Conicet Silvia Dolinko explica a Clarín por correo: “En principio, la relación con la lamentatio como tema de encuadre podría ser reconocibl­e en la composició­n. Lo que queda fuera de toda discusión es el uso de este recurso iconográfi­co para la denuncia, en este caso, del asesinato de Bóveda. Es inadmisibl­e que se borre en este texto la clave histórica, política, social y cultural de ese asesinato”.

El rechazo fue tan generaliza­do que Núñez Feijóo no tuvo más remedio que salir a explicar que no había dicho lo que había dicho. Al día siguiente, el mandatario aseguró que no tenía “ningún problema” en que se conozca la denuncia contra las salvajadas del franquismo que Castelao expresó en su obra: “Traemos el cuadro para que todos los gallegos conozcan las caras y el mensaje”, se defendió. Y agregó que “Castelao es patrimonio de todos”.

En eso coincide Miguel Anxo Seixas, biógrafo del artista y curador de la muestra Castelao maxistral que tiene como eje el cuadro argentino desde octubre en la capital de Galicia. “La de Castelao es una figura indiscutib­le. Él y la poeta Rosalía de Castro son los dos máximos símbolos del pueblo gallego –puntualiza a Clarín por teléfono desde la ciudad

“El óleo nos recuerda que aún hay maestros que están en las cunetas”, le retrucaron al presidente.

En Galicia viven tres millones de habitantes. En solo un mes vieron el cuadro 11 mil personas.

de La Coruña–. Por eso, es recibido en calidad de préstamo y valorado por todos los partidos, porque todos quieren tomar algo de Castelao”. De hecho, en solo un mes ya fueron a ver el cuadro 11 mil personas, en un país que tiene menos de 3 millones de habitantes.

La aclaración que Miguel Anxo Seixas hace sobre el carácter de préstamo con el que viajó el cuadro desde Buenos Aires tiene una explicació­n. Mientras unos se enfrentan por el mensaje del óleo, otros reclaman que una pieza de semejante importanci­a no vuelva a la Argentina. Lo que quieren es quedársela. Sin más. Y ni siquiera es la primera vez. En septiembre de 2015, la profesora y ex diputada gallega María Pilar García Negro pidió ante el Parlamento de Galicia que el gobierno autonómico se llevase el cuadro a España, sin considerar entonces la negativa de sus legítimos dueños a venderlo. Para eso, logró juntar 11.000 firmas que, de todos modos, no fueron suficiente­s para lograr el expolio.

Desde Buenos Aires, el titular del Centro Galicia, José María Vila Alén, repitió hasta el cansancio que “el óleo de Castelao tiene un hogar que está aquí en Buenos Aires. Es una obra de la emigración, lo pintó un exiliado que murió en la emigración. Es un insulto sugerir que abandone su lugar”.

En ese sentido, el doctor en Historia Ruy Farías Iglesias, investigad­or del Conicet, explica a Clarín desde el edificio del Museo de la Emigración Gallega en la Argentina (MEGA), en San Telmo: “La mayoría del patrimonio artístico gallego local fue creada en el marco del Estado argentino como consecuenc­ia indirecta de las migracione­s o exilios. En consecuenc­ia, forman una parte inescindib­le, en un sentido amplio, de la cultura argentina”. Ese patrimonio tiene como máximos exponentes al muralista y editor Luis Seoane, y a los artistas José Otero Abeledo Laxeiro y Manuel Colmeiro, además de Castelao y otros.

Tierra condenada a la emigración de su pueblo, en Galicia viven menos de tres millones de personas y hay quienes dicen que solo en la Argentina unos cinco millones tienen, por lo menos, un ancestro gallego. Farías Iglesias desestima ese cálculo pero recuerda que “el grupo étnico-regional gallego es el más numeroso de todos los llegados desde Europa en los siglos XIX y XX”. Y agrega: “Lo que necesitamo­s no es que Galicia `recupere´ aquello que podemos denominar patrimonio galaico-argentino, sino crear las condicione­s para su consolidac­ión y perdurabil­idad aquí”. Los dueños del cuadro repiten que su lugar está en Buenos Aires mientras que, del otro lado del Atlántico, otros insisten en que no debe regresar porque allá lo valoran mucho más. De momento, el préstamo sigue vigente hasta marzo. Al igual que la polémica.

 ?? XUNTA DE GALICIA ?? Polémica bienvenida. Las máximas autoridade­s gallegas, los líderes de la oposición y los de los organismos culturales recibieron con honores el cuadro. Allí mismo, estalló la disputa.
XUNTA DE GALICIA Polémica bienvenida. Las máximas autoridade­s gallegas, los líderes de la oposición y los de los organismos culturales recibieron con honores el cuadro. Allí mismo, estalló la disputa.

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