La complicada vida de una revendedora de cosméticos
En su nuevo unipersonal, Juan Pablo Geretto vuelve a destacarse con otro personaje femenino.
Dirección y texto: Juan Pablo Geretto y Virginia Martínez. En: Camarín de las Musas, Mario Bravo 960. Vie y sab, 20 y 22. Entradas: $400. Uno refrán español reza: “Hay personas que nacen con estrella y otras, estrelladas”. Tan cruel como real. En su nueva propuesta, Juan Pablo Geretto vuelve a recurrir a una de sus criaturas femeninas para hablar de la vida misma. Ella se llama Estrella, pero su vida estaría más cerca de las estrelladas. Revendedora de cosméticos, ama de casa y madre de familia, enfrenta, día a día, una rutina que la hace sentir segura pero a la vez, la asfixia. Algo que queda expuesto en la verborragia que expulsa el personaje a lo largo de una hora.
Geretto tiene una identidad particular. Casi todos sus personajes son mujeres. Sus perfiles tienen un hilo conductor: desde la más famosa, la docente de La maestra normal, hasta los que vinieron después con Como quien oye llover. Sus mundos son pequeños, de pueblos donde todo lo bueno y lo malo se puede comprimir en un par de cuadras a la redonda. Aunque la imaginación y los sueños tengan un alcance ilimtado.
Ancladas en otro tiempo, o tal vez atemporales, con sus vestiditos pulcros, sus peinados de peluquería de barrio, su manicura y maquillaje de manual, estas mujeres suelen vivir dramas descarnados que se van descubriendo como capas de una cebolla a medida que avanza el relato.
Estrella no escapa a esta regla. El impulso feroz con el que arranca la catapulta a un estado que la hace hablar sin parar, a hilvanar anécdotas una detrás de otra, de su infancia, del presente, de sus hábitos cotidianos. Y por momentos el efecto es desopilante. Ella dice todo lo que se le pasa por la cabeza, no selecciona demasiado. Y en su catarata verbal, aparece su tarea como revendedora de cosméticos, con recomendaciones de catálogo. El mundo de Estrella tiene un anclaje fuerte en la televisión, que es su fuente de información y también su gran vía de escape a una cotideaneidad sin el esplendor que sueña.
A través de su discurso, por momentos desdoblado, van apareciendo otros personajes de su entorno, y nos enteramos cómo son sus seres queridos y también sus enemigos.
Geretto, autor del texto junto a Virginia Martínez, con quien también comparte la dirección, garantiza la integridad y la escencia de sus personajes. Sin dudas, el actor tiene un don especial para componer a estas criaturas que tienen fans incondicionales. Sus caracterizaciones generan una inmediata aceptación o un desdén que va más allá de una obra. Uno las puede llegar a odiar y a adorar con la misma intensidad, porque no hacen más que mostrar el costado vulnerable de los seres humanos.w