Clarín - Clarin - Spot

Crítica de “Terapia amorosa”

Benjamín Vicuña, Violeta Urtizberea y Fernán Mirás, y un toque de humor ácido sobre la convivenci­a.

- Sandra Commisso scommisso@clarin.com

Comedia. Dirección: Daniel Veronese. Con: Benjamín Vicuña, Violeta Urtizberea y Fernán Mirás. Teatro: El Picadero. Pje. Santos Discépolo 1857. Funciones: Viernes a las 20, sábados 20 y 22 y domingos 20.30. El texto del austríaco Daniel Glattauer fue best seller en su país, y la versión teatral recorrió varias ciudades. Terapia amorosa también tiene una mirada argentina, en la puesta de Daniel Veronese en El Picadero, con un tema sin fronteras. Una pareja en conflicto llega, a regañadien­tes, al consultori­o de un especialis­ta.

Juana (Violeta Urtizberea) y Valentín (Benjamín Vicuña) no tienen nada extraordin­ario: se quieren, son padres de dos hijos, pero viven discutiend­o, pelean por todo.

El terapeuta (Fernán Mirás), acostumbra­do a este tipo de consultas, no les presta demasiada atención. Son una de tantas parejas que no puede resolver sus problemas, ni juntos ni separados.

Pero ahí está la cuestión: ¿qué van a buscar a lo del psicólogo? ¿Seguir juntos o separarse y hacer cada uno la suya? ¿Cuál es la frontera del “hasta acá llegamos” antes de dar la media vuelta y volver a empezar?

Los dramas que cualquier adepto a Sigmund Freud o Jacques Lacan tomaría con mucha devoción, en el caso del psicólogo de Terapia amorosa son escuchados hasta con hartazgo. El tipo parece estar en otra cosa, asiste a las discusione­s de Juana y Valentín con el fastidio de quien ve a dos chicos que nuevamente se pelean por el mismo juguete. Y no entienden razones, salvo las propias.

La vuelta de tuerca que propone la comedia hace más visible aquellos gestos tan comunes que en el día a día se naturaliza­n. Y como en cual- quier relación, lo que se cristaliza tiende a quebrarse.

Pero esta comedia en particular exacerba los puntos de conflicto entre marido y mujer, y resulta lo más interesant­e de la obra. Aquello que ambos no pueden ver de sí mismos aparece como resaltado en su absurdo. Ahí, por donde muchas veces segurament­e todos hemos pasado pero no nos podemos ver desde afuera. La pareja de adultos en tensión se convierte en la riña caprichosa de dos niños empecinado­s en llamar la atención, en este caso, del terapeuta casi resignado.

¿Y si se separan y se dejan de molestar?

Entonces salta otro conflicto. Si finalmente tomamos una decisión adulta, ¿a quién le vamos a echar la culpa?

El director Veronese es especialis­ta en obras donde los vínculos cercanos son el eje de la historia. Como pocos, sabe manejar los sutiles hilos que arman y desarman una relación. Y en esos matices hay grandes aciertos.

Vicuña compone a un hombre bastante básico y gris, que sólo aspira a seguir siendo así, lo cual lo transfoma en empático. Urtizberea es una mujer con mucha picardía y algo de malicia que quiere tener las riendas a toda costa. Y Mirás, un psicólogo aturdido entre su profesión y su vida personal.

Los tres forman un bloque sólido en el que se entienden perfectame­nte para que el engranaje de la comedia gire sin fisuras. Hay cierta comicidad más allá de los diálogos, hasta física en sus personajes, que le aporta a la obra una cuota de absurdo necesaria y eficaz. Más allá del resultado terapéutic­o, lo que siempre resulta es saber reírse de uno mismo.w

 ??  ?? En terapia. Urtizberea, Mirás y Vicuña, socios en el club de la pelea.
En terapia. Urtizberea, Mirás y Vicuña, socios en el club de la pelea.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina