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“No soy del perfil muñeco de cera, que canta y baila y nada más”

A punto de emprender su primera gira por los Estados Unidos, la cantante repasa su carrera solista, analiza su rol como referente y opina sobre la evolución del lugar de la mujer en la sociedad. Además, da pistas sobre su nuevo disco.

- Florencia Chicano Ramos fchicanora­mos@clarin.com

Coordinar la agenda con una persona como yo es muy difícil. No paro. Decí que la gente que trabaja conmigo me quiere; si no, me putearía todo el tiempo por las cosas que me voy agregando para hacer”.

En medio de esa vorágine, Lali Espósito se toma un rato para repasar los seis años que lleva como cantante solista, y busca en su memoria alguno de los highlights. “Tuve muchos momentos increíbles, con gente con la que compartí escenarios, megacapos que me invitaron a cantar. Haber cantado en el Times Square, sin duda. Pero sobre todo este año fue un año de expansión, de trabajar mucho fuera de la Argentina para asentar bases en otros lados”, cuenta.

En ese sentido, Lali menciona como el punto más alto su participa

ción como host en los Premios Juventud, con CNCO. “Estar en una mega producción, en una arena tan gigante. Fueron muchos días de ensayo. Porque uno dice: ‘Conduzco...’ Pero no. Yo nunca había seguido un teleprompt­er, y sentía como que estaba bizca. Tuve una tarea de mucho ensayo y preparació­n. Fue una gran experiecia. Aprendí mucho y me dio la posibilida­d de presentarm­e ante mucho público de los Estados Unidos y de Latinoamér­ica que no estaba tan cercano a mi música”, sigue.

Probableme­nte mucho de eso tenga que ver con el próximo desembarco, en octubre, de su #Bravatour en Nueva York, Chicago, Nashville, Washington, San Antonio y Miami, después de pasar por Israel y España. “Cuando se iba armando la gira, preguntaba: ‘¿Chicos, hay alguien que me va a ir a ver ahí? ¿De verdad? Estoy muy expectante de qué publico me va a ir a ver. Me llama mucho la atención lo que va a pasar”, dice.

-¿Sentís que tu colaboraci­ón con

Thalía te potenció en ese mercado?

-No siento que me potenció: Thalía me potenció. La posibilida­d de cantar Lindo pero bruto con ella, en su cedé Valiente, me dio la posibilida­d de que un montón de gente que a lo mejor no sabía de mi existencia ni de mi música se empezó a copar y a acercar a lo que hago. Y a partir de ahí, contarle un poco quién soy, de donde vengo. Hay algo en esto de ser una sureña que te da cierta personalid­ad, allá en el norte, y podés contar algo diferente en el cuento musical, de lo que esa región propone.

-¿Cómo fue eso de cantar en Times Square?

-Fue un sueño. No, ni siquiera me había atrevido a soñar con cantar en ese lugar. Siempre sentís que esos espacios son como imposibles. La experienci­a fue increible. Había dosmillone­s de personas en la calle, fue una cosa realmlente abrumadora. Y estábamos ahí, representa­ndo a todos los argentinos, los sureños... Que de pronto pueden ver que todas estas locuras que uno ve en el showbizz, de alguna manera se pueden lograr. Con trabajo, con oportunida­des, también. A mí me la dieron, y lo dejé todo.

-A principios de año, fuiste tapa de la revista Vogue. ¿Cómo te sentís siendo referente como referente de un público adolescent­e, y como modelo?

-¡Jaja! ¡Una modelo de 1,53! Me siento bien. No pienso todo el tiempo que soy un modelo a seguir para las más jóvenes; no lo pienso de ese modo, pero sí sé que aprovecho esas oportunida­des para mostrar algo real, que es la que yo me muestro. Y estar en esos lugares tan cool, para las mujeres más reales, las que nos mostramos como somos, de por sí da como una sensación de alivio y de algo bonito. Estar como modelo en un lugar así sigue siendo el resultado de un trabajo de hormiga, de tratar, desde el lugar que vengo, de imponerme.

-¿Qué te sumó, y qué te restó haber opinado sobre cuestiones controvers­iales como la ley despenaliz­ación del aborto y haberte involucrad­o en el Colectivo de actrices?

-Nunca me puse a hacer la balanza de lo negativo y lo positivo, porque siento que todo es positivo. Quizá por la manera que tengo de ser, me importa aportar a cuestiones y causas que me parecen nobles e importante­s. Crecí en una casa donde mi mamá, que es una tipa muy power y con mucha personalid­ad, siempre me dijo: ‘Vos le podés decir al presidente de la Nación lo que sea, mientras lo digas con respeto y sin descalific­ar la opinion de quien no piensa igual”. Y en la lucha, particular­mente, por la ley del aborto, para mí había que estar, formar parte de la manera que pudiera. Sobre todo porque tenemos una cámara enfrente, y eso te da una voz y un voto que muchas que no lo tienen lo agradecen. Y se sienten identifica­das con lo que estás diciendo. A mí me parece importante. Yo no soy del perfil muñeco de cera, que canta y baila y nada más. Mi persona está sobre lo que yo hago también. Cuando subo a un escenario, hay un juego sobre mi personaje. Sos esa popstar, y jugás ese rato a que sos la uno. Y en ese momento creo que soy la uno de verdad, porque estoy ahí para un montón de gente que pagó su entrada para que los lleve a hacer ese viaje a algo maravillos­o. Yo trabajo de eso, vivo de eso, vibro eso y es a lo que me dedico. Pero mi persona, Mariana Espósito, está por sobre esa Lali también, aportándol­e y nutriéndol­a.

-¿Cómo ves la evolución del lugar de la mujer en la industria de la música? ¿Faltan cambios o estamos bien?

Limitar el tema a la industria de la música queda muy pequeño. Todo lo que pasa en la calle, en lo social, todas las bajadas culturales tienen incidencia en los diferentes mundos. En el de la música, obviamente faltan lugares para las mujeres, porque en la sociedad faltan. Pero está bueno también ver el vaso medio lleno, y decir que estamos hablando de estas cuestiones y que se abrieron más puertas para las mujeres, en la industria. No es casual que tantas mujeres se hayan metido con éxito en la música urbana, que era un universo megamachis­ta y super masculino. Está bueno ver todo lo que avanzamos. Yo, para mi nuevo disco, que estoy terminando, pedí específica­mente que hubiera temas escritos por mujeres, y haber podido trabajar con productora­s, compositor­as, me hace muy feliz. Es importante abrir esas puertas, porque quedarse esperando que lo hagan los demás es un lugar bastante cómodo. Hay que hacerlo desde una misma.

-¿Con todo este camino recorrido, si la tuvieras enfrente, que le dirías hoy a la Lali de 15 años?

-Lo primero que le diría es “sacate ese peinado flogger que tenés” (risas). Después, fuera de broma, le diría que sea perseveran­te. Que nunca deje que la encierren en ningún esterotipo. En un montón de cuestiones en las que como sociedad estamos encerrados, al pedo, Y le diría que no se deje llenar la cabeza con las cosas malas y que escuche las buenas, para ir adelante y ser lo que quiere ser. Que es algo fácil de decir pero difícil de lograr.w

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Look afro. “Sacate ese flequillo flogger”, dice que es lo que se diría a sí misma si se encontrara con ella a los 15 años. Para la foto, sólo un ocasional cambio de peinado.

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