El regreso de Generación Cero
El bandoneonista retoma su proyecto de los '70, con material nuevo que presentará hoy en el CCK.
Rodolfo Mederos retoma uno de los proyectos que mejor describe la vitalidad artística de los años 70, Generación Cero, un grupo de culto y una de las propuestas que caminaron por el estrecho sendero de la vanguardia de la música argentina.
“Siento que este es mi momento, y el momento para hacerlo. No estoy pensando en hacer temas de aquel tiempo; eso estaría en contra de todo en lo que creo. Es música nueva con un grupo de una tímbrica algo diferente a los anteriores”, señala el bandoneonista durante su charla con Clarín, en su casa de Constitución, barrio en el que nació y que, al parecer, guarda una especial nota emotiva en su día a día.
“Antes de reanudar este proyecto pregunté a mi producción acerca del nombre. Pero que no es viaje nostálgico o melancólico, y el sentido de este proyecto es recuperar su espíritu vital y seguir avanzando”, añade el artista que presentará su nueva propuesta hoy, a las 20, en el Auditorio Nacional del CCK.
Mederos estará acompañado por Armando de la Vega en guitarra, Jacqueline Orac en violonchelo, Guido Martínez en bajo eléctrico y Facundo Amaya en batería. En los ‘60, con su Octeto Nueva Guardia llamó la atención de Astor Piazzolla, quien lo sumó en diferentes proyectos. Grabó su primer disco, Buenos Aires al rojo, en 1966. Tres años después se integró a la orquesta de Osvaldo Pugliese, y poco más tarde formó Generación Cero.
Al frente de su agrupación forjó uno de las principales propuestas de la música ciudadana, con seis discos como Fuera de Broma (1976), De todas maneras (1977), Todo hoy (1978), Buenas noches, Paula (1983), Verdades y mentiras (1984) y Reencuentros (1989), que muestran un camino que revolucionó la música argentina.
-¿Qué lo impulsó a retomar este proyecto?
-En principio, el deseo. Segundo, un compromiso y una ideología clara que ilumine mi camino. Podría quedarme en un estado de confort, hacer lo que sé qué funciona y eludir todo posible error. Eso termina por "mediocrizarte". Tampoco sé si están dadas las condiciones para que me escuchen; veamos qué pasa.
Mederos suma razones a la decisión de volver con Generación Cero. “La necesidad de expandir los límites, en principio los propios, la expectativa de que este sonido colabore con la identidad y actualización de la música de esta ciudad que hoy atraviesa un proceso de desidentificación; la alegría que me produce trabajar contra las modas, contra los mecanismos de consumo, todas ellas formas aplastantes”.
-¿Cómo te lo planteaste desde lo estrictamente musical?
-Volver a nombrar el grupo Generación Cero fue una circunstancia, y se llama así porque es un guiño a aquella gente que vivió aquella experiencia pero no tiene ningún condimento melancólico. No vamos a repetir viejos éxitos de Generación Cero. Se trata de recuperar el concepto, su espíritu vital. Habrá música nueva, otros músicos y otro Mederos. Porque hoy soy diferente; si no, ¿cómo justifico los años?
-Es un desafío.
-Es un desafío y lo tomo, porque las posibilidades de hacerlo se agotan. Cada vez que me apodero de algo, por ejemplo de esta nueva música, no estoy seguro de nada. Si hay alguien que pone en crisis las cosas soy yo, y siempre estoy poniendo la lupa en cada aspecto. Por ejemplo, hay elementos instalados: la presencia de un bandoneón remite al tango, y cómo hacer para que no quede edulcorado, turístico. Esto significa un lápiz distinto, un músculo diferente.