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Andy Muschietti El dueño de todos tus miedos

El director argentino de “It: Capítulo 2” almorzó con Clarín. Su encuentro con Stephen King. Y cómo rodó la escena con más litros de sangre de la historia.

- Pablo O. Scholz pscholz@clarin.com

Andy Muschietti está tan dispuesto a hablar de todo como de entrarle al bife de chorizo que está por comer en el restaurant­e del Hotel Alvear, en el almuerzo que comparte con Clarín.

Pero hay cuestiones de las que habla, y que no quiere que se publiquen ahora, antes del estreno de It: Capítulo 2.

-¿Vino? -No -le dice al mozo-. Lo que sí te voy a pedir es un café por favor, americano con leche. Grande. Sin azúcar.

El argentino que triunfa en Hollywood, junto con su hermana, Bárbara, productora de todas sus realizacio­nes, vino a su país de origen precisamen­te por el estreno de

It: Capítulo 2, el jueves que viene. “Fue una visita corta”, dice, en la que al menos pudo festejar el cumpleaños de la abuela y reencontra­rse

con compañeros de la secundaria.

Ir a la cancha a ver a Independie­nte, del que es fanático -y vaya que en su película le rinde homenaje, y no sólo por el color de la sangre“quedó para la próxima”.

En la hora que dura el almuerzo, Muschetti (46) habla de muchos temas y algunos de ellos quedarán para una próxima y pronta publicació­n. Cuestión de honor y de no spoilear demasiado.

La película, basada en la novela de Stephen King, retoma a los Perdedores, siete amigos de Derry, un pueblito, 27 años después de que vencieron a Pennywise, el payaso que se alimenta (ba) de sus temores cuando eran chicos. Y como los personajes aparecen también de niños, “hubo que rejuvenece­rlos digitalmen­te”.

“Hicimos un proceso, con la gente de Lola, que rejuveneci­eron a Kurt Russell en Guardianes de la galaxia 2. Es que tenés que reacomodar­les la cara, porque de los 12 a los 14 la adolescenc­ia te golpea con una trompada y te deja… Las caras se

alargan, la nariz te crece, todo se te deforma. Después se acomoda de nuevo, pero es como el peor momento del crecimient­o. Costó, al principio, porque los de Lola no conocían tanto a los pibes, y yo los tengo muy grabados a nivel de su fisonomía.

-Finn Wolfhard (de “Stranger Things”, que interpreta a Richie de chico) ahora tiene los anteojos más grandes.

-Sí, a Finn se los pusimos más grandes porque le creció la cara. Si ves la primera película tiene anteojos como dos culos de botella, y a (Bill) Hader, que lo hace de grande, intenté ponerle una nariz postiza, para asimilarlo más a Finn. Se la probamos y no le quedaba bien, y Hader me pidió por favor que no se la pusiera (ríe).

-En la primera “It” no tuviste acceso a Stephen King. ¿Ahora él estuvo bastante en el set, o…?

-El vino tres días, la pasó muy bien, es un tipo muy accesible.

-¿Hay una escena que escribió especialme­nte para esta película?

-No, eso es un teléfono descompues­to. Le pedí que me hiciera un feedback de uno de los primeros bocetos del guión, quería escuchar sus pensamient­os e ideas. Y el tipo, muy respetuoso, no interfirió con nada. Yo lo quería envuelto en ésta, porque desde que vio la película y le gustó empezamos a tener una relación de emails, y era cada vez más estrecha. Me escribió una listita de cosas que le gustaría ver en la peli, las cosas que más le estimulaba­n. Y una de ellas era Paul Bunyan, la estatua. Yo tenía media escena de Paul Bunyan, pero cuando me lo dijo, decidí escribir toda la escena de Richie, de chico, cuando lo ataca Paul Bunyan.

-Volviste a trabajar con Jessica (Chastain), es como tu actriz favorita.

-Es genial. Mi relación con Jessica es muy buena, a nivel profesiona­l como director y actriz, pero a nivel de amistad, es muy buena desde que hicimos Mamá juntos. Ella vio It, antes de que la estrenemos. -Vos ya pensabas en ella para Beverly de adulta.

-Sí, y dijo “me encantaría hacer el Capítulo 2” antes de leer el guión. -¿Cómo fue trabajar con 7 actores, bah, en realidad, catorce?

-Tenés que tener las cosas muy claras si dirigís una película sobre siete adultos, que tienen un mismo nivel de protagonis­mo. Tu relación no puede ser menor con James Mcavoy (Bill) que la de Isaiah Mustafa (Mike). Pero cuando estás tratando con seis actores adultos, tiene un nivel de complejida­d que cuando hacés una película con siete niños no la tiene. Con los niños vos tenés una conversaci­ón de lo que es el personaje, cómo querés que lo hagan, lo que es importante en la película, y después los pibes salen a la cancha y se quieren divertir. -¿Vos decís que es más fácil trabajar con chicos que con adultos?

-Sí, cien por ciento. Los actores adultos tienen más preocupaci­ones, quieren asegurarse de más cosas. -¿Qué cosas cambiaste en tu adaptación? ¿Agregaste escenas?

-Eh, agregué cosas que tienen que ver con la tensión de la historia. Para sumar tensión. Cómo vas enlazando los eventos. Acá las cosas pasan en unas pocas horas, casi en tiempo real. Y la parte más importante fue la de los flashbacks, en el momento que empezamos a buscar cuáles eran los miedos de estos personajes, como adultos. Esta película trata temas más maduros, más profundos, como traumas. Efectos colaterale­s del trauma infantil. Cosas que te pasan cuando sos un pibe y las vas arrastrand­o durante toda la vida. -Hay gente que se puede identifica­r.

-Y, te encontrás con estos personajes 27 años más tarde, y son aparenteme­nte muy exitosos en lo que hacen, pero están dañados. Adentro hay algo que está roto, que no funciona, y lo ves cuando la presentás a Beverly. Está dañada, con un abusador. -Repite la historia con el padre…

-En la novela no hay una violación, pero el padre dice cosas que son demasiado heavy para poner. Cosas sexuales.

Andy dice que el clic está en los traumas que tuvieron los Perdedores en 1989, en ese periodo de la historia que no vimos. “¿Viste que en la primera ellos empiezan a discutir, luego de decidir que tienen que enfrentar juntos, a Pennywise? Se pelean, Bill le da una piña a Richie, y ahí se desmantela el grupo. A la gente no le llamó mucho la atención. Pero ¿qué pasó en esas tres semanas? Son encuentros con Pennywise relacionad­os con la situación de conflicto que ellos tienen.

-Eso en la novela está.

-Son momentos distintos, la idea de trauma no está en el libro. Los flashbacks en la novela son un poquito más laxos, como más relajados, y no te hablan de algo específico como el trauma que cimentó el camino de miseria que ellos están viviendo ahora. Lo de Richie, por ejemplo, toda su vida luchó contra…

Difícil escribir una entrevista evitando spoilers. O contar cómo trabajó con Bill Skarsgård (Pennywise), la marcación de los gestos...

“Otra cosa que me está pasando es que llega un punto en que me gustaría volver a escribir”, dice. Claro: desde que “alargó” su corto Mamá (2008) en la película producida por Guillermo del Toro (2013), no volvió a escribir ninguna idea original. “Empezar una peli de cero, que es una experienci­a distinta. Porque partís exactament­e de lo que querés, no es que lo hacés de una obra que tiene personajes, situacione­s. La experienci­a es distinta, quizá más gratifican­te si te sale una historia. Tiene algo, hay un orgullo ahí”.

Andy no dejó de escibir. “Ahora que estoy en el lugar donde estoy, como director es mucho más fácil sacar un proyecto adelante, que hace cuatro años. Lo de Mamá fue como un subidón”.

-Fue un upgrade.

-Me elevó en la industria, fue mi primera película, pero fue un éxito dentro del género, me puso en un lugar donde yo podía hacer cosas, pero estuve casi dos años sin filmar después, casi tres años después de Mamá.

-¿Por qué?

-Porque me dediqué más a leer guiones, que a crear una película nueva. Me enganché con La Momia, estuve como meses laburando, y al final no salió. Escribí una adaptación de La máquina del tiempo, que todavía la tengo en el corazón, y es una historia que me gustaría filmar algún día. Es una especie de secuela, pero que contiene a la historia original adentro. Es una de guerra, de guerra en el futuro. Y Bird Box, también, la película de Netflix, de Sandra Bullock. Bueno, ésa la desarrollé yo desde el principio. La iba a filmar. Pero... Ese es uno de los muchos proyectos que ocuparon esos casi tres años.

-Y “Cementerio de animales”: hace dos años me dijiste que tenías unas ganas de hacerla…

-Fui a Paramount, a reunirme con ellos para por lo menos ver si la podía hacer. No había hecho It 2 todavía, y me quedaba un año y medio por delante haciéndola, y entonces les dije, mirá, si me quieren esperar… la hago.

-¿Y?

-Y, nunca te dicen no, te dicen “Sí, sigamos hablando, sigamos hablando”, y una semana más tarde, se la dieron a estos dos pibes.

Continuará.

 ??  ?? Siempre rojo. Muschietti (46) nació y vivió en Vicente López. Fan de Independie­nte, “It” fue la película más taquillera de la historia del terror.
Siempre rojo. Muschietti (46) nació y vivió en Vicente López. Fan de Independie­nte, “It” fue la película más taquillera de la historia del terror.
 ??  ?? En el Hotel Alvear. Andy hizo una adaptación profunda. “Empezamos a buscar cuáles eran los miedos de los personajes como adultos, los efectos colaterale­s de los traumas infantiles”.
En el Hotel Alvear. Andy hizo una adaptación profunda. “Empezamos a buscar cuáles eran los miedos de los personajes como adultos, los efectos colaterale­s de los traumas infantiles”.
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MAXI FAILLA

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