Una obra donde el guión lo eligen ellos
Esta propuesta del actor Javier Zain invita a los más pequeños a escoger protagonistas, tiempos y acciones.
¿Es posible que una misma obra de teatro cuente una historia diferente en cada función? Eso es lo que propone el actor Javier Zain en Historias de un quién. El público será el encargado de decir qué pasa, cómo y quiénes serán los protagonistas.
En todas las funciones hay un libro y cuatro canciones que le dan un marco a la obra, pero hay dos historias que serán siempre distintas. El actor deberá conseguir del público los datos necesarios para que el relato pueda avanzar. Junto al pianista Stéfano Troncaro crearán canciones.
“Mi responsabilidad es que todos se sientan cómodos. A veces te tiran ideas de una, te dan mil opciones y tenés que elegir. Otras veces como actor el personaje se tiene que acercar más al público hasta que se logra sacar la información. Es una obra interactiva, pero nadie se va a sentir expuesto, no van a tener que pasar a actuar”, dice Zain.
“Una obra de improvisación implica un desafío mayor que otra. Yo hace tres años vengo investigando intensamente lo que es la improvisación en el teatro musical, y fui generando todo un código de trabajo a partir del cual con mis movimientos y gestos el pianista va creando música. Es improvisado, pero está muy entrenado”.
Como nadie sabe en qué puede terminar esta historia, el actor no cuenta en escena con toda la utilería y el vestuario necesarios. En una época en donde se cree que los chicos están atados a Internet y todo entra por los ojos, tendrán que usar al máximo la imaginación. En esta oportunidad el actor encarnará a Roberto Robertini, su entrañable personaje de la obra premiada en el 2015, Dale!. “Me parecía que darle continuidad era mejor que inventar uno de cero. Ese personaje se instaló en mí, y siento que encontré a mi clown”.
Más allá de las historias que se vayan generando en cada función, el actor quiere dejar un gran mensaje. “Como dice la letra, ‘Cada cuento cuenta’. El aporte de cada uno vale y es importante. Juntos podemos construir ideas superadoras. Cuando pienso en chicos pienso en esperanza, en un futuro, generarles inquietudes y brindarles estímulos. Cuando pienso en los adultos me saldría un teatro un poco más reflexivo y dramático. Me es más gratificante conectar con lo que le quiero decir a un chico que con lo que le podría decir a un adulto”.
“Mi objetivo como dramaturgo es que uno salga del teatro modificado, que cuando la gente se vaya hable de lo que le pasó, de cómo se sintieron. Si alguien se queda cantando una canción que no sea porque fue matemáticamente hecha para que sea pegadiza, sino porque hay algo que le llegó desde el lado emocional. Más allá de entretener la idea es que se lleven algo más”, dice.
La obra se estrenará hoy a las 16, en Teatro Nün (Juan Ramírez de Velasco 419, Villa Crespo). La entrada general tiene un valor de $300 y se las puede conseguir por Alternativa Teatral. También hay promociones amigables al bolsillo. Un niño más un adulto pagarán $550, y si se compran tres entradas tendrá un valor total de $750.