El encuentro de dos mundos en una extraña yunta
El cantante se unió al pianista chino -prestigioso concertista clásico-, para una conmovedero versión de “Me enamoré de ti”.
Es verdad que en estos tiempos de featuring, las fronteras entre los géneros musicales se vuelven cada día más difusas. Pero también es cierto que si un tiempo atrás alguien hubiera contado que el cantante y compositor argentino Luciano Pereyra y el pianista chino Lang Lang estaban trabajando juntos en un tema del artista nacido en Luján, la primera reacción habría sido seguramente de cierta incredulidad.
Es que, más allá de la coincidencia de que ambos transitan actualmente sus 38 años, la distancia geográfica y la diferencia de estilos, sumadas a la grieta que suele interponer el prejuicio, son razones que invitan suponer a primera vista que no existen demasiadas chances de un proyecto musical compartido.
Pereyra, un referente de la canción popular argentina con sus raíces en el folclore y uno de sus representantes de mayor convocatoria, con una docena de álbumes publicados; Lang, una de las estrellas que más alto brillan en el cenit de la música clásica, desde su irrupción en 1999, cuando sorprendió con su combinación de excelencia y cierta ampulosidad que le valió tanto el reconocimiento planetario como ciertas críticas desde el purismo académico.
Sin embargo, el proyecto apareció, prosperó y el lanzamiento, el pasado viernes 26 de junio, de una versión de la canción Me enamoré de ti grabada por el dúo a la distancia en medio de este período de encierro obligado se transformó en una realidad que está a punto de alcanzar los dos millones de reproducciones en Youtube y mantiene un sostenido ritmo de escuchas en Spotify y el resto de las plataformas digitales.
Para el pianista, se trata de la primera colaboración con “un gran músico latino”. “Yo estuve en la Argentina, Brasil, Colombia, México y Perú varias veces. Pero esta oportunidad de colaborar con Luciano fue algo genial”, dice Lang, desde algún lugar de Shangai, donde pasa la cuarentena, a unos 850 kilómetros en auto de Wuhan, allí donde la pandemia de coronavirus tuvo su punto de origen.
Desde mucho más cerca, Luciano, que vive el encierro en su Luján natal, es terminante. “Obviamente, es mi primera colaboración con un artista chino, y es nada más ni nada menos que con Lang Lang. Después de esto ya me puedo retirar”, dice, y las risas atraviesan los casi 20 mil que la comunicación por Zoom reduce a los centímetros que hay entre ambos en la pantalla, mientras sobresale la voz del pianista: “No, ¡tenemos que hacer otra!”. (Risas)
“En principio, fue un acercamiento que hizo el sello Universal Music, y cuando me dijeron que existía la posibilidad de hacer una colaboración con Lang Lang dije que sí. Pero pensé que quizá ni se daría, porque son esas cosas que uno por ahí ni sueña que sucedan. Pero Dios te da esa posibilidad. Y es maravilloso, cuando la música tiene más poder que nosotros y hace que hoy China y la Argentina nos podamos unir en un momento tan difícil, y podamos hacer esto”, agrega el cantante.
-¿Cuál fue tu reacción, Luciano, al escuhar el piano de Lang Lang en la canción?
-Me dio mucha emoción. Y tuve dos opciones: o no creerlo, o disfrutarlo. Y, obviamente, elegí disfrutarlo y mucho.
-¿Qué tan dificil es para un pianista que se dedica fundamentalmente a la música académica, sintonizar con una canción popular? ¿Cuál es la mayor dificultad que presenta ese cruce?
Lang Lang: En verdad, cuando se trata de un gran artista como Luciano es muy fácil. No importa que sea música popular o música pop. Porque su nivel, como el de la composición es tan alto... Él saca su alma cuando canta; esa emoción, que uno se siente muy inspirado por eso, que atraviesa las barreras entre los géneros.
-Pero uno supone que la música clásica establece más reglas que hay que respetar, mientras la música popular ofrece más libertad para jugar. ¿Es así?
Lang Lang: Ante todo, es cierto que yo paso la mayor parte del tiempo tocando Beethoven, Bach o Mozart, pero a veces es importante para nosotros saber qué es lo que está pasando en el mundo real. Que no sea sólo trabajar con obras del siglo XVIII o XIX. No hay nada malo en eso, fue una era grandiosa. Pero también tenemos que saber qué está pasado en el mundo en este tiempo. Y cuáles son los mejores artistas que están sonando.
-Luciano, ¿cómo se hace para decirle a alguien con el prestigio académico
Blue Bloods, S.W.A.T., The Rookie, Hawai 5-0, NCIS Los Angeles , NCIS New Orleans y The Blacklist. Criminal Minds se despide con honores después de 15 temporadas.
Cuarenta mil personas, en su mayoría activistas jóvenes, salieron a denunciar el racismo y la industria del espectáculo, que los vio marchar en Hollywood Boulevard, aunque todavía está en cuarentena por la pandemia de coronavirus, los escucha y empieza a repensar cómo va a actualizar su manera de narrar la ficción policial. Desde la serie Dragnet, en la década del ‘60, es común que la policía trabaje como consultora de estos programas. Shemar Moore, el protagonista de S.W.A.T., le mostró a Clarín todo el arsenal de trucos aprendidos en la sede de la policía de Los Angeles, desde los movimientos tácticos hasta el uso de las armas. Los propios policías suelen participar de estos junkets.
El creador de The Rookie, otra ficción que retrata a un oficial de LAPD, asegura que está reuniéndose con los guionistas para tratar el tema del exceso de fuerza policial desde el comienzo de la próxima temporada. Y no es el único.
A John Wayne, la estrella de Hollywood que se hizo famosa por encarnar sheriffs épicos de los westerns, no lo están comprometiendo sus interpretaciones, sino unas viejas declaraciones que el actor le dio a la revista Playboy. En esa entrevista de 1971 Wayne manifestó “…creo en la supremacía blanca hasta que los negros sean educados para que puedan ser responsables de tener liderazgo... no me siento culpable de que hubo esclavos... se equivocan los que dicen que fue un robo de nuestra parte sacarle la tierra a los indios, fue supervivencia... la gente necesitaba tierras y los indios egoístamente se la querían quedar ”.
Las autoridades del partido demócrata de Orange County, vecino a Los Angeles, creen que eso es más que suficiente para sacarle al aeropuerto local el nombre John Wayne. El archivo es implacable, el cambio está en marcha, ni el coronavirus lo puede parar.w